Venezuela, dicen un analista conocedor de su realidad en redes sociales y prestigiosos medios de Europa, no es una dictadura sino una nación tomada por el crimen organizado, el "Cartel de los Soles", así llamado por los distintivos que los generales llevan en sus charreteras, que basan su poder de los enormes ingresos provenientes de la venta de la droga y particularmente de la cocaína, lo que hace que el grupo, heredero del chavismo, controle una de las mayores riquezas del mundo.
Lo que protege al cartel de la interferencia externa es "la soberanía nacional", mientras en lo interno los asesinatos y las desapariciones son la manera de impedir manifestaciones o hechos que pongan en riesgo su control, de acuerdo con el mismo análisis.
Si se da el caso de que algún policía por error o ignorancia, se nos dice, captura o hace algún daño a un miembro del cartel, se expone a serias sanciones o es asesinado. El terror, al igual que en Rusia o en China, es lo que permite la continuidad del régimen.
El cartel, la dictadura, se apoya en la red de narco-dictaduras hispanoamericanas —Cuba, Nicaragua, Bolivia— que mueven droga hasta hacerla llegar a Estados Unidos o Europa, donde operan otros grupos ligados a la distribución de estupefacientes, como el Cartel de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación.
Parte del sostén económico de la banda criminal de los talibanes, se debe agregar, se deriva del control de los cultivos de amapola, de donde se obtiene la heroína y la morfina...
Contra las democracias del mundo actúa la internacional del terror
Existe, como fue denunciado hace varios años por la periodista Claire Stirling, una "internacional del terror", que ayuda a criminales perseguidos a esconderse y mueve dineros sucios hasta blanquearlos.
Al terrorista venezolano conocido por "Carlos el Chacal", capturado en África y condenado en Francia por el asesinato de dos policías, Hugo Chávez, el creador de la actual situación, lo trató como "distinguido venezolano", intentando darle credenciales diplomáticas para sacarlo de la cárcel, burda jugarreta que fue rechazada.
Cuba juega un papel en tal embrollo pues que ha denunciado constantemente que desde un inicio la dictadura se unió al narcotráfico.
Venezuela produce doce mil toneladas de cocaína por año y además tiene las mayores reservas de petróleo del planeta, contando con yacimientos enormes de minerales, bosques, caudalosos, ríos, lo que no es explotado por el cartel, pues su enfoque es la producción de droga.
Con el dinero de la droga el Cartel de los Soles ha adquirido armamento, además de poder comprar jefes policiales, jueces, comunicadores en otros países.
Los dictadores y como una contrapartida de su poder, forzosamente están metidos en sus propias cárceles en el sentido de no poder salir de sus países ni de sus cuarteles o barrios acorazados. Se dice que cuando Maduro proyectó visitar al dictador turco Erdogan, Putin, miembro prominente de la cofradía del terror, le aconsejó no hacerlo, pues era probable que interceptaran el vuelo y todo el engranaje se derrumbara.
Hasta dónde podrá resistir la mafia sentada sobre bayonetas, usando la expresión de Napoleón Bonaparte, es difícil decirlo, pero tarde o temprano ese "Cartel de los Soles" va a derrumbarse, como se desplomó el estalinismo después que un pequeño grupo de médicos despacharan a Stalin al otro mundo...