"Quienes no conocen la historia están condenados a repetirla", dijo el filósofo Santayana, lo que explica en parte la postura de Trump respecto a involucrar al criminal de guerra y asesino serial Putin en un arreglo de paz con Ucrania...
Nada en la trayectoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indica que haya estudiado la historia de Rusia o que sea versado en esos temas, como indican los ejemplos que saca en sus conversaciones, como "tener en sus manos las cartas" (de naipes o negocios) o su desconfianza de los europeos, una cultura fundamentada en los preceptos del cristianismo de libertad, responsabilidad individual y el imperio de la razón, no sujetos a órdenes eclesiásticas, dejando a cada persona decidir sus rumbos dentro del marco de la ley.
Un hecho trivial pero que dice mucho de que habla sin conocer los hechos es que afirmó que el Mundial de fútbol se celebrará por primera vez en Estados Unidos en 2026, cuando ya hubo uno en 1994. Él, como otro gobernante autoritario que todos conocemos con guio populista, manipula a las masas diciéndoles que todo lo que hace es "histórico", que es "genial" y, como se puso a hablar en el Congreso "a lo Chávez", que "nadie ha visto ni nunca más verá cosas maravillosas" como las que hace él. Luego, primero amenaza con sanciones a Rusia por atacar a Ucrania, pero horas después dice que eso "está bien" y que Putin "es un buen hombre".
La invasión a Ucrania, que ha costado la vida a centenares de miles de rusos y de ucranianos, no es un hecho "aislado", sino parte del plan de Putin de recomponer el Imperio Ruso como existió bajo Stalin. Naciones que en la actualidad son libres y autónomas y en gran parte miembros de la Unión Europea como Polonia, Bulgaria, Albania, los países bálticos (Latvia, Estonia y Lituania), según Putin, son pueblos que "se han separado de la matriz", que tienen autonomías que no les corresponden.
En tal sentido, todo el Mar Negro lo considera el enajenado Putin como un mar ruso, aunque lo bordean naciones como Turquía, que en parte son europeas y asimismo asiáticas. El dictador turco Erdogan, por su parte, ha pedido que se respeten los límites porque anhela recomponer el viejo Imperio Otomano, pese al hecho de que ni israelitas ni palestinos están para aceptarlo ni tendría el apoyo del resto de naciones árabes....
Si Putin logra imponerse sobre Ucrania, países como Polonia, Estonia y Bulgaria quedarían en la mira de los rusos, pero al ser miembros de la OTAN, la Alianza del Tratado del Atlántico Norte, un ataque contra cualquiera de ellos provocaría de inmediato la respuesta del resto, incluyendo el ofrecimiento del presidente francés Emmanuel Macron de poner el arsenal de misiles atómicos al servicio de los demás, protegerlos.
Nadie nunca ha salido ganancioso de una guerra comercial con otros
El narcisismo extremo de Trump, su nada velado desprecio por los inmigrantes a los que en más de una ocasión ha calificado como "animales" o "aliens" aunque sean personas respetuosas de la ley con hijos y familias estadounidenses, amenaza a negocios y actividades productivas que dependen de esa mano de obra para subsistir.
Pero no se detienen allí los múltiples perjuicios que sus abruptas decisiones están causando, como su decisión de cancelar el departamento federal de Educación que suministra recursos adicionales a los Estados para educar a niños de minorías casi en abandono y que quedarían literalmente en abandono, al igual que los afectados por la eliminación de la USAID, que entre lo muy importante que realiza son sus programas para combatir el SIDA en África...
La cereza tóxica del pastel son los aranceles a México y Canadá, pese a que ningún proteccionismo o guerra comercial ha sido de beneficio a los que se meten a nadar en esas aguas...