La regla aplicada por Trump para elegir a los miembros del gabinete que acompañará su gestión, al igual que las personas a la cabeza de oficinas claves de gobierno como la CIA, es inequívoca: lealtad y sumisión aunque no tengan las capacidades requeridas para desempeñarse al servicio de la democracia y de la nación, el mismo esquema aplicado en nuestro suelo por el bukelismo.
Un caso es el nombramiento en la Central de Inteligencia (CIA) de un antiguo funcionario de su gobierno anterior, en tanto que el designado como secretario de Defensa ya dijo que procedería a "echar a la calle a muchos generales", lo que además incluye montar una corte marcial contra el general John Kelly, que estuvo a su lado durante su primera presidencia, ya que éste, al igual que tantos que estuvieron en su gabinete, declaró que Trump era "unfit", es decir, no tenía la capacidad de gobernar y que "gobernará como un dictador".
Otro escogido para Seguridad Interna, Pete Hegseth, fue acusado de tener relaciones con una menor de edad y de un presunto asalto sexual a una mujer adulta, cuyo silencio habría comprado.
Un caso que preocupa grandemente es el nombramiento de Robert Kennedy hijo como secretario de Salud, ya que este es miembro de la "nueva religión" de los contrarios a las aplicaciones de vacunas, lo que puede afectar a millones de niños a quienes no se les aplicarían las vacunas esenciales contra la tos ferina, el polio, la viruela, la tuberculosis, algunas de las cuales también es necesario aplicar a adultos, más en estos tiempos cuando a causa del colapso sanitario de la narcodictadura de Venezuela han vuelto a surgir, son ya una amenaza global.
En nuestro suelo no se trata de que el régimen esté o no contra las vacunas, cuanto que se ha denunciado que ha hecho "desaparecer" una parte sustancial de los recursos destinados a salud y educación, como igualmente de los ahorros de los trabajadores y del FODES, dejando a niños sin escuelas y municipios casi sin dinero para sostener programas esenciales como recoger basura, cuidar cementerios, etc...
Trump ha elegido ya una parte del que será su equipo para impulsar su proyecto MAGA ('Make America Great Again'): Elise Stefanik, como embajadora del país ante la ONU; Tom Homan, nuevo "zar de la frontera", y Stephen Miller como subdirector de política de la Casa Blanca. Además ha ofrecido al congresista republicano Mike Waltz el puesto de asesor de seguridad nacional, un puesto clave en la toma de decisiones para sortear conflictos geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania y Hamás e Israel.
Una declaración de Trump que ha causado gran alarma es su promesa de ir contra "el Estado profundo", contra miles de oficinas estatales y empleados públicos, lo que fue aplicado en nuestro suelo al suprimir la Sinfónica y el Coro Nacional, el Insaforp, despedir contingentes de la Policía Nacional... eso lo conoce hasta la gente medio informada.
Trump pretende emplear fuerzas militares contra "sublevaciones", disturbios, etcétera, función que corresponde a la fuerza policial y en casos graves a la Guardia Nacional interna, que normalmente está replegada en sus propias instalaciones y cuyas funciones están definidas con precisión por la ley como la define la misma Constitución que todo presidente jura defender al asumir el cargo.
Toca a las personas sensatas cuidar tanto lo suyo como su entorno
Las naciones europeas ya se plantearon el escenario, que ahora es una realidad, de "una segunda presidencia Trump", la que entre otras cosas incluye elevar las tarifas de importaciones de bienes europeos como automóviles y diversas manufacturas.
La situación en que se encuentra el mundo en la actualidad obliga a las personas a actuar con prudencia, evitar riesgos innecesarios, llevar una vida sana y cuidar los bienes que tenga, su familia y su alma...