Es un propósito sin sentido pretender aislarse del mundo que nos rodea, como sueñan Trump y su candidato a la vicepresidencia y toca a personas, comunidades e intereses de la naturaleza que sea.
Como narramos hace unos días, en 1805 la naciente nación de Estados Unidos liberó el Mediterráneo de los piratas acuartelados en Trípoli, pues no solo interferían con el comercio europeo sino también con los buques mercantes estadounidenses; la piratería, de la naturaleza que sea, tiene siempre sus altos costos, lo que ha llevado a operaciones bélicas internacionales contra los piratas que operan frente a ciertas costas de África o en el mar de la India.
Si Estados Unidos, como predican Trump y su candidato Vance, se aíslan, no pueden esperar protección frente a los desmanes iraníes o de ninguna alianza de poderes totalitarios, como lo han demostrado los ataques en el Mar Rojo a buques mercantes de todas las nacionalidades. Literalmente, para preservar la democracia en el mundo o todos "los buenos se unen" o se genera un grave desparpajo, como advierte el expresidente del gobierno español Felipe González al señalar que la democracia en el mundo está en riesgo, lo que incluye la democracia estadounidense que puede caer en un esquema como el creado en Hungría por Víktor Orbán, apoyado por "los mismos de siempre": los descerebrados. Orbán está siendo repudiado por la Unión Europea por una grave causa: mantiene oscuras relaciones con Putin y pretende someter el Orden de Derecho al poder político, como está sucediendo en nuestro país, la nación sin ley sino bajo el capricho de un dictador.
Desde tiempos inmemoriales se dice que "si quieres la paz prepara la guerra" (si vis pacem para bellum): Estados Unidos solo tendrá una medida de paz si hasta cierto punto se mantiene listo para la guerra, lo que implica forjar alianzas con sus amigos de siempre, ingleses, europeos, sus tradicionales alianzas del Pacífico, que incluyen Corea del Sur, Japón, Australia y Filipinas.
La ayuda a Ucrania, criticada tanto por Trump como por Vance, es una protección a los países bálticos, a Suecia, Noruega, Polonia y Finlandia, a Bulgaria y Rumania, pero asimismo protege Alemania, Francia, Italia, Austria, Bélgica, los Países Bajos.... Luxemburgo, Lichtenstein, Mónaco. Literalmente, protege la civilización contra la barbarie rusa, además de ser un dique para el fortalecimiento de totalitarismos en el mundo y la expansión del islamismo y su trato a la mujer. Incluso la ayuda a Taiwán y Japón favorece a Asia.
Alternativa a la democracia: prisiones estilo Afganistán
La muestra más repulsiva de lo que es interpretar "al capricho" la doctrina de Mahoma la brinda Afganistán, donde es prohibida la música, imágenes de personas, educar a niñas y mujeres más allá de los doce años, prohibir que una mujer salga de su casa si no es acompañada por un hombre de su familia...
Para cualquier persona no poder escuchar música, pintar, esculpir, visitar galerías de arte, "socializar" con amigos, amigas y familiares, no contar con tecnología audiovisual, equivale a encerrarse en un calabozo, renunciar a la civilización, en igual manera como aquí de un plumazo acabaron con la sinfónica, con la enseñanza de artes y música, con todas las protecciones que la ley otorga a las personas y a la sociedad misma, lo que ha conducido al permanente régimen de torturas a menores y mujeres...