Más y más las extravagancias, excesos y mentiras del expresidente Donald Trump no solo ponen en riesgo la institucionalidad democrática de Estados Unidos, sino que alientan a otras fuerzas oscuras a seguir esos turbulentos senderos.
Como dijo su ex-jefe de gabinete, John Kelly, “Dios nos proteja” de tal personaje, no solo a Estados Unidos sino al mundo.
Entre sus muchas erráticas posturas, se dice que Trump se quejó de que en un grupo de militares que le recibieron en una ceremonia se encontrara un lisiado, hecho que calificó como una “falta de respeto a su persona” pues se trataba de “perdedores”, lo que le llevó a rechazar una visita al lugar donde están enterrados miles de militares estadounidenses que murieron en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.
Repetidas veces y al referirse a esos soldados o al expresidente George Bush, que fue derribado durante la Guerra del Pacífico, como al exsenador John McCain, que fue prisionero durante la Guerra de Vietnam, se pregunta ¿qué sacaban de eso? o ¿qué les beneficiaba?, pese a que en su mayoría fueron reclutados para servir a su país, sin otra opción.
En el más reciente testimonio de una persona que durante años fue Jefe de Gabinete, John Kelly, declaró que Trump no tiene idea alguna de lo que es democracia, no entiende el valor y grandeza de sus instituciones, desprecia a muchas de las figuras que contribuyeron a labrar la gran nación y está centrado únicamente en procurar su beneficio al costo que sea, habiendo dicho en una ocasión —lo que provocó risa y burla en el auditorio— que nadie, en toda la historia de la nación, había hecho más por Estados Unidos que él.
En una ocasión, se recuerda, Trump pretendió que su efigie fuera incorporada a las figuras del monte Rushmore, en Arkansas, que son un homenaje a los grandes personajes de la historia de la nación: George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt.
Al llegar al poder, insólitamente preguntó “si estaba en la obligación de obedecer” al poder judicial, después que un juez suspendió una orden ejecutiva antiinmigrantes que Trump emitió.
Las finanzas de su grupo empresarial están siendo examinadas por un tribunal y el Fiscal de Nueva York, que ha venido encontrando presuntos movimientos ilícitos de fondos, resultados inflados sobre el valor neto de su fortuna y otras irregularidades, una de cuyas consecuencias fue que Forbes lo borrara de la lista de los cien estadounidenses más ricos del país, lo que ciertamente debe de ser un golpe muy duro para su inflado ego.
Trump y la común mentalidad de dictadores y dictadorzuelos
El mensaje tras las investigaciones, entre las cuales la más peligrosa para él fue el intento de interferir en los resultados electorales del Estado de Georgia y lo que fue grabado por su Secretario de Estado, un acto que va al corazón de la democracia: que se gobierna siguiento la voluntad de la mayoría de ciudadanos, que se define por los electores del partido demócrata y de los republicanos.
Personajes como estos siguen el mismo esquema de Hitler y de un alto número de demagogos: se inventan un enemigo de la nación para presentarse como la persona que va a combatirlo, en el caso de Trump, los inmigrantes, la amenaza sobre la población blanca y sus instituciones, lo que ha cegado a millones de sus seguidores y está destruyendo a su partido…