De 178.76 millones de dólares es el promedio de la deuda pública que contrae el régimen salvadoreño cada mes, haciendo que el monto total llegue al histórico 28,622.8 millones de dólares, lo que tocará pagar a la actual y venideras generaciones de salvadoreños.
La deuda, de acuerdo con datos oficiales hasta octubre, posiblemente incluye las compras de criptomonedas con las que Bukele pretendió desplazar al dólar pero que fue casi unánimemente rechazado por la población, que no va a entregar sus dólares por criptos, como demostró el fracaso de sus cajeros. Sin embargo, se cuidan de no juntar la deuda de pensiones para no hacer más amargo el trago de las sustracciones a las cuentas de los trabajadores salvadoreños.
El dólar, al igual que el euro o monedas respaldadas por reservas fuertes y oro, siempre garantiza una importante medida de seguridad, lo que no se logra, como ejemplo, con el “bolívar” venezolano, que mes a mes pierde su valor, lo que debe de tener al gran prócer americano revolviéndose en su tumba.
Hace muy poco el cabecilla de la dictadura venezolana, Maduro, se burló de los peruanos por su mal desempeño en ciertos deportes, a lo que aquéllos replicaron que era preferible ser malos en deportes que en lo económico, pues en la actualidad Venezuela es el país con mayor inflación en el mundo, un récord que ni los peronistas de Argentina rompen.
De nuevo surge la pregunta en las personas pensantes en nuestro suelo: ¿a quiénes tocará pagar ese endeudamiento, ya que nadie espera que sea el régimen o sus diputados y allegados los que lo hagan?
El desaforado endeudamiento literalmente roba el futuro de los salvadoreños, de sus hijos y toda su descendencia, amenazando con convertir a El Salvador en un estado fallido sin la capacidad de ponerse de pie por sí solo.
El agujero negro sigue tragándose el futuro de los salvadoreños
En todo caso, inexorablemente, mes a mes la deuda crece y crece y crece sin pausa, sin retroceder una pulgada, un endeudamiento que tanto el Fondo Monetario como otras entidades financieras señalan que es insostenible, a lo que se agrega que el régimen se recetó los recursos del Insaforp, una parte sustancial del presupuesto de educación y antes de eso los recursos del FODES, que por ley corresponden a los municipios del país...
Es obvio, dicen muchos, que alrededor de la Casona hay un agujero negro tan grande como el de una galaxia que todo se traga...
El historial revela mucho de lo que ha venido sucediendo, como detallamos a continuación, tanto lo que dejó de apoyarse como las becas a estudiantes, los aportes al CENAR que dejaron a músicos y artistas sin una entidad especial para formarse.