Para pagar la enorme deuda del país el ministro de Hacienda ha encontrado la fórmula perfecta: adquirir más deuda para pagar la deuda, más o menos equivalente a levantarse del piso tirando de los zapatos que se tienen puestos, como reza un viejo dicho estadounidense.
Si Pedro está endeudado, la manera más fácil de solucionar el problema es buscar quién le presta dinero para cubrir la deuda… y así hasta que San Juan baje el dedo… ¡más y más préstamos para pagar los préstamos!
Recurriendo a tal clase de supercherías es que hemos ido navegando como nación, pese a que el agua ya comienza a llegar hasta los mástiles del velero, más cuando “coyol que nace es de inmediato comido”, tragado entero por el régimen.
¿Recuerdan nuestros lectores cómo fue montado “El Hospital El Salvador”, el más cool del mundo mundial? El régimen asignó una suma de sesenta millones de dólares para aprovechar las instalaciones del Centro de Ferias y Convenciones, que ya contaba con techos, suelo, paredes…
Como ningún observador, fiscalizador o auditor independiente a la dictadura ha tenido oportunidad de visitar el más cool hospital del mundo mundial, nadie puede dar fe en qué se gastó tan enorme suma de dinero de los contribuyentes, a lo que se agrega otro hecho: Bukele pretendió en un inicio que al más cool sanatorio del mundo mundial se le asignara anualmente sesenta millones de dólares, todo extraído de los bolsillos de los contribuyentes, desde luego.
Con sus declaraciones, el eximio ministro se convierte en parte cómplice del saqueo, pues seguramente ni él se las cree que pagar deuda adquiriendo deuda es un aceptable procedimiento en este Valle de Lágrimas…
Por Valle de Lágrimas nos referimos a nuestro saqueado El Salvador, donde más y más muchos de sus pobladores lloran al no poder proveer a sus familias de tres tiempos de comida… con frecuencia ni de dos.
Son muchas las interrogantes que se hace la gente —excluyendo en esto a los no pensantes— sobre las misteriosas desapariciones de enormes sumas de dinero y muy particularmente los fondos que por ley deben asignarse a las municipalidades, dineros que el régimen de un plumazo quitó al Fodes y se echó a la bolsa montando la DOM, a la que al mismo tiempo está eximiendo de toda fiscalización.
A partir de ese momento los municipios no pueden pagar a sus empleados ni cumplir con obligaciones básicas como es recoger la basura, cuidar los cementerios…
Al no haber ley, estilo Viejo Oeste, los atropellos a la gente son lo usual
Lo que está sucediendo en nuestro suelo, el Valle de Lágrimas al que hacemos referencia, dio pie para que el actual presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, rechazar tomar de ejemplo al régimen bukelista. Transcribimos su mensaje: “No estoy claro de que los costarricenses queramos vivir en un régimen jurídico-político como los salvadoreños… en Costa Rica no tenemos ejército, tenemos garantías… Lo de Bukele se los quedaré debiendo”.
En buen español se nos dice que al no existir pesos y contrapesos institucionales y el debido respeto a normas esenciales de un Orden de Derecho, los países quedan a la deriva y sus pobladores literalmente expuestos a toda clase de abusos, desde usurpar sus bienes hasta ser torturados o encarcelados a toda costa, como el caso de Ernesto Muyshondt.