La captura del activista de derechos humanos Fidel Zavala y la detención del exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Eugenio Chicas, "parecen ser actos de venganza más que actos de justicia", advirtió el padre jesuita José María Tojeira en la radio YSUCA.
El cuestionamiento es más marcado cuando, por ejemplo, en el caso de Zavala, se nota la tendencia a mantenerlo preso a toda costa y que sea un tribunal antimafia el que lo juzgue como si fueran pandilleros o bandas, en lugar de uno en materia penal común.
Organismos defensores de derechos humanos, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han demandado la liberación y debido proceso para Zavala, quien estuvo preso 13 meses antes y fue testigo del régimen de torturas y vejámenes a los presos dentro de las cárceles, un hecho que refleja la inhumana postura del régimen en su cacareado "combate al crimen organizado", pero que afecta a miles de personas que son capturadas para llenar cuotas infames, por llamadas anónimas, para vengarse de reales o imaginarios agravios al bukelismo.
El caso más espantoso fue el del ex-asesor de seguridad del régimen, Alejandro Muyshondt, que fue capturado en perfecto estado de salud pero cuyo cadáver, según se ha informado, se entregó a su familia con visibles señales de torturas y sin órganos vitales.
Todo esto se viene denunciando desde hace tiempo por organizaciones que velan por los derechos humanos, lo que seguramente haya alertado a la Corte Penal Internacional (CPI), cuyo último acto ha sido ordenar la captura del expresidente Rodrigo Duterte, de Filipinas, por miles de muertes causadas por su régimen en su sangrienta "guerra contra el narcotráfico".
El padre Tojeira recuerda que "Fidel Zavala denunciaba todos estos horrores de las cárceles en las que se exagera el castigo y se añaden castigos a los castigos y el que lo han metido preso suena un poco a venganza".
Zavala, quien era vocero de la Unidad de Defensa de Derechos Humanos y Comunitarios (Unidehc), denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) las torturas y violaciones a derechos humanos cometidos dentro de las prisiones salvadoreñas, de las cuales él había sido testigo directo al menos en dos cárceles. "Él ha denunciado la situación interna de los penales, que ha visto muertes, muertes injustificadas, injustificadas en el sentido que el Estado no ha hecho nada por curar a algunos de los presos y es responsabilidad del Estado curarlos", señaló Tojeira.
Organismos de derechos humanos se pronuncian
Amnistía Internacional emitió un aviso urgente por la detención de Zavala y otros y los registros en la vivienda de la abogada Ivania Cruz y las oficinas (Unidehc). En el aviso, dirigido a Bukele, Amnistía pidió a las autoridades "garantizar la integridad física y psicológica de Zavala, así como a todas las personas detenidas, y asegurarles un juicio justo con todas las garantías procesales.
"No es bueno para el país tener presos de conciencia, si realmente no hay claridad en el juicio o en la detención de Fidel Zavala es muy fácil que se le declare de parte de instancias internacionales preso de conciencia", dijo Tojeira.
Un grupo de 171 organizaciones de más de 23 países envió una carta a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para solicitar medidas cautelares o de protección en favor Zavala, ante "el grave riesgo que enfrenta por haber denunciado los abusos que presenció en las cárceles".
La directora ejecutiva del Latin America Working Group, Vicky Gass, expresó que se requiere una "acción urgente para proteger la vida e integridad física de Fidel Zavala" y que el gobierno debe otorgar medidas alternativas a la prisión "por el riesgo que corre al ser trasladado a un centro penal".