La representación de El Salvador respondió recientemente a una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que seis relatores plantearon que el régimen de excepción permanente no es compatible con el derecho internacional.
Según los representantes del régimen salvadoreño, para responder a un documento elaborado por seis relatores, los reparos hechos al régimen de excepción y la crítica por las graves violaciones a los derechos humanos equivalen a "interferir en los asuntos internos del país". Pero El Salvador, se señaló, es firmante de acuerdos internacionales sobre la aplicación de la ley, el Orden de Derecho y el trato a personas detenidas, lo que se conoce como las normas Nelson Mandela, válidas internacionalmente.
Según los delegados, las denuncias "no son confiables debido a serios vacíos metodológicos y por venir de fuentes no confiables", pese a que las organizaciones denunciantes operan en nuestro país y en varias otras naciones de la región, como es el Socorro Jurídico Humanitario y Cristosal, que al hacer sus señalamientos se ciñen a lo que puede el público puede constatar.
En ninguna nación que se ciñe a normas sancionadas por la comunidad internacional tienen cabida la tortura, la existencia de presos políticos, los juicios masivos, las acusaciones sin fundamento, a lo que se agrega que capturas arbitrarias y muertes como la del exasesor de Seguridad, Alejandro Muyshondt, son intolerables y no deben quedar impunes, como en parte lo señala la abogada y columnista Fátima Ortiz. En casi todos los casos se alega que los reos murieron "por edema pulmonar" que llegaron enfermos y que "es natural" que fallezcan.
Que en el país se niegue información a sus familias sobre la condición en que están muchos reos y menos que se permita visitarlos constituye una grave violación al Derecho Internacional, a lo que se agrega que los paquetes de medicinas y alimentos que los familiares envían sean en parte o en todo "decomisados" por los carceleros no puede considerarse una práctica compatible ni con el derecho ni con normas elementales de decencia, dicen los especialistas.
Las violaciones a los derechos humanos se perpetran en todos los ámbitos
Los relatores de la CIDH se quedaron cortos en su denuncia, ya que los desmanes se dan en la mayor parte de actividades, no solo en lo que respecta al trato de prisioneros. Es actuar contra derecho que a un detenido que está a punto de salir libre le inventan nuevos cargos, sea de "enriquecimiento ilícito", lavado, irrespeto.
En cuanto a las torturas, muchas familias que se han atrevido a abrir los ataúdes en los que les entregan a sus familiares que estuvieron detenidos claramente ven las señales de torturas, a lo que se suma el que un joven capturado que estaba sano fue devuelto con cáncer y en un estado de horror hasta que falleció.
Lo que falta por hacer es que los organismos internacionales de derechos humanos designen una entidad en el país que actúe de acuerdo a la ley e informe limpiamente sobre lo que está ocurriendo no solo en el campo de los derechos humanos y el trato a prisioneros, sino en todo lo que sea violatorio de normas internacionales