Existen dos Chinas: la que se fundamenta en las enseñanzas de Confucio y en las tradiciones milenarias que dieron cuerpo a una asombrosa civilización que cayó víctima del imperialismo europeo en el siglo XIX, la China que inventó la porcelana y desarrolló la industria de la seda, y la China creada por uno de los genocidas más repugnantes de la historia, Mao Tse-Tung, que dejó implantado el comunismo que es ahora el esquema que rige la nación y que somete el país a los postulados de Carlos Marx, a una ideología que en cien años ha causado la muerte de más de cien millones de personas en el mundo y cuya más infame manifestación fue el estalinismo.
Durante “el Gran Salto Adelante” hordas de enloquecidos jóvenes se dieron a la tarea de destruir los inmensos legados artísticos y culturales del pasado, pero que al dejar China, Chian Kai- shek llevó esos tesoros de “La Ciudad Prohibida” que pueden admirarse en Museo Nacional de Palacio en Taiwán. En los más de seis días de visita al país, que recorrimos, estuvimos seis veces en el museo, maravillándonos por horas de las fulgurantes obras expuestas.
Los que no tienen la fortuna de ir a ese museo pueden visitar el Museo Gaylor de Kansas City, donde se exhiben muchas obras del arte chino.
Apple dejó de fabricar el teléfono Iphone 14 en China para pasarlo a India, una movida que seguramente van a seguir muchos fabricantes de aparatos electrónicos y una diversidad de productos, por múltiples razones, entre ellas que se dice que el régimen chino obliga a fabricantes a revelar su tecnología, que luego ellos copian al antojo sin darle regalías a nadie, o alegan su sempiterna queja de que Occidente no les comparte sus patentes.
Una cosa es China, y otra, una dictadura comunista, como se puede decir de todas las dictaduras de corte marxista que pululan en el mundo, lo que lleva al régimen a amenazar a sus vecinos, montar un hostigamiento permanente a Taiwan, ejercer su particular bullying a escala mundial, lo que ha llevado al régimen a mantenerse aparentemente “neutral” ante la salvaje invasión de Putin a Ucrania.
Por cierto, lo que en un inicio se creyó que iba a ser una “operación especial rusa” de dos semanas, seis meses más tarde está estancada, lo que lleva al criminal de guerra y envenenador Putin a bombardear blancos civiles, como una estación de trenes, ataque que ha causado decenas de muertos y víctimas.
Leyendas y realidades de los chinos
Para algunos historiadores, el amargo episodio comunista equivale a “cambios dinásticos”, como fueron las dinastías Tang (que se caracterizó por las finas esculturas de caballos con un tono verdoso), la Ming (creadora de las porcelanas más exquisitamente decoradas en la historia) y la Qing.
Marco Polo, el viajero veneciano que llegó a China en la época de Kublai-Khan, describe el cuasi inmenso poder del emperador, del uso de papel-moneda, otra de las invenciones chinas, la que inclusive anticipó la imprenta de Gutenberg.
Uno de los emperadores chinos describió a un viajero el significado de su elevada investidura: ocuparse siempre del bienestar de su pueblo, mantener la paz y el orden, cuidar a los desamparados.