Los árboles de la antigua Escuela Militar están siendo talados para iniciar la construcción de un estadio “donado” por la República Popular de China, el equivalente de un “elefante blanco” sobre la Avenida Jerusalén, que de por sí es una vía que buena parte del tiempo pasa saturada.
¿Elefante blanco? En la tradición hindú un elefante blanco no podía ponerse a trabajar sino que debía alimentarse, cuidarse, nutrirse por la comunidad que tenía la desgracia de contar con el paquidermo.
Al igual que con la “nueva Biblioteca Nacional”, inaugurada sin bibliotecarios, con toda probabilidad serán chinos los que construyan dicho Estadio pero tocará a los salvadoreños darle mantenimiento, limpiarlo, reparar cualquier daño que sufra... todo lo cual requiere mano de obra, insumos y dinero, dinero y más dinero, recursos que no hay para mantener escuelas, centros de salud, vías públicas que están en la lipidia. Sólo hay que ver que el Estadio de la Flor Blanca, al que se ha rebautizado como “Mágico González”, pasa iluminado toda la noche y eso no es gratis.
“Elefantitos blancos” tenemos de sobra en nuestro país, desde el flamante nuevo “jardín vertical” montado para que algún miembro de los allegados tenga su propia mamandurria, hasta un comisionado de los derechos humanos a quien nunca se le ha visto indagando sobre personas atropelladas y encarceladas sin seguir proceso alguno.
El “Hospital El Salvador”, instalado donde funcionó la Feria Internacional, vendría a ser otro “elefante blanco” que ningún periodista independiente o médico conocido ha visto por dentro...
Los estadios regionales, el Monumental, son suficientes para que en ellos se celebren conciertos o se libren los encuentros entre los equipos que se disputan el liderazgo o que luchan para no descender o se esfuerzan para pasar de un nivel bajo a otro superior.
El Monumental y el Flor Blanca son más que suficientes para los eventos que se realizan, pues los jugadores los conocen, el público está acostumbrado a ellos, no hay que gastar dinero en irse por la Jerusalén a horas pico, lo que implica cambiar rutas de buses en el peor momento.
El fútbol es el deporte más popular, el “circo” que seduce a las masas
Los chinos andan regalando estadios a los países subdesarrollados o en vías de sub-sub-desarrollo, el equivalente de los espejitos que los conquistadores españoles daban a los indígenas a cambio de oro. Y aparentemente les funciona...
El poeta romano Juvenal acuñó hace dos mil años la frase “pan y circo”, que ahora tendría que reducirse a sólo “circo” dado el alza en la canasta básica que muchas familias a duras penas logran conseguir o tienen que contentarse con lo esencial, con lo que puede llamarse una canasta “medio” básica para personas que difícilmente tienen los recursos para ir a ver juegos a un estadio y menos cuando hay que pagar extra para llegar a uno fuera de la zona metropolitana.
El fútbol es el deporte universal, lo que atrae multitudes en todo el mundo, aunque hay muchísimos otros deportes que tienen sus seguidores como el boxeo, el fútbol estadounidense, el baloncesto, el tenis, el sumo japonés...