La periodista chilena Francisca Sandoval murió después de recibir un balazo durante las marchas del Primero de Mayo, cuando surgieron choques entre la policía, manifestantes y criminales asociados con el narcotráfico, un hecho que pone de manifiesto el creciente incremento de la violencia en un país que hasta hace muy poco era relativamente pacífico.
La muerte de la periodista señala, dicen diversos medios, el incremento de la violencia causado principalmente por las riñas entre grupos de narcotraficantes que, como en la mayoría de países hispanoamericanos, se disputan territorios, lo que por ahora sobrepasa la capacidad de las fuerzas de seguridad (lucha que en Chile se libra principalmente por los Carabineros), que por ahora no tienen las herramientas para investigar tales movimientos, en parte por lo bajo de los presupuestos asignados a tal fin.
La violencia en Chile coincidió con la llegada de grupos de agitadores procedentes de Venezuela y con la elección del izquierdista Gabriel Boric.
Entre 2016 y 2021, un lapso de cinco años, la violencia creció en un cuarenta por ciento, crímenes perpetrados en gran parte por sicarios a sueldo que “ajustan cuentas” entre los grupos de narcos, pero que en el proceso y como lo demuestra el caso de la infortunada periodista Sandoval llegan a tocar la vida de muchos inocentes.
El caso del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, asesinado en una playa colombiana cuando pasaba su luna de miel, es parte del horror.
Boric enfrenta tanto el desafío de combatir las bandas de narcotraficantes (en Chile tienen presencia el Cartel de Sinaloa y otro de Jalisco…) como la adicción que está hundiendo a jóvenes y adultos en el infierno de las drogas, a lo que se suma, dice un reporte de CNN, la creciente beligerancia de los indígenas chilenos, los mapuches (los araucanos que fueron el grupo étnico que no pudieron conquistar los españoles al expandir su control sobre América del Sur). A lo anterior se agregan dos hechos adicionales: más y más gente compra armas de fuego por una u otra razón, lo que eleva la peligrosidad en toda comunidad, un problema que enfrentan los Estados Unidos.
Droga más armas, una combinación mortífera
La combinación armas de fuego/droga es mortífera, como se está demostrando en Chile en los últimos tiempos y lo que llevó a muchos países europeos a limitar el uso de armas de fuego y a dispensar a drogadictos la dosis diaria que necesitan, rompiendo la dependencia de esas pobres gentes de los carteles.
Esa es una solución en Francia, pero no en España…
En muchas naciones de Asia si se encuentra a una persona llevando droga se aplica la pena de muerte; usualmente los ahorcan Venezuela y Colombia, a lo que se suma Paraguay y otros países de menor significado como proveedores, suministran droga a Europa a través de vuelos a pistas clandestinas en la región subsahariana, de donde sale por diversas vías hasta llegar a las mafias en Italia y el sur de Francia.
A ello se suma el suministro de heroína por los talibanes, la infernal secta que está hundiendo a Afganistán en una hambruna, además de esclavizar a la mujer, negarle educación, encarcelarlas en sus casas…