Nuestra Señora de París, una de las más hermosas creaciones de la cristiandad, fue reabierta en la fiesta de la Inmaculada Concepción tras cinco años de intensos trabajos para resarcirla de los graves daños sufridos en un devastador incendio aparentemente causado por un fumador.
Nuestra Señora es la más emblemática obra arquitetónica que nos llega desde el Alto Medioevo, pues su construcción inició en el año 1163 de nuestra era, marcando pauta para el resto de catedrales francesas y europeas.
La fecha es una glorificación del arte, de los pintores, escultores, ebanistas que han contribuido a la restauración del icónico templo, un símbolo de París, la Ciudad Luz, y de la Civilización Occidental.
La torre de madera del centro fue reconstruida, muchas paredes, presbiterio y pisos remozados, vitrales restaurados, el imponente órgano de tubos bendecido y "despertado" con magistrales notas. En parte, para reducir el peso, se construyeron muchas columnas entrelazadas, con maravillosos vitrales, todo lo cual se resalta con el rosetón al final del ábside.
Notre Dame ha cautivado la imaginación popular desde la publicación de la novela de Víctor Hugo "El Jorobado de Nuestra Señora", que relata el juicio y condena a muerte "por brujería" de la linda Esmeralda, una de las tantas víctimas de las ciegas y malvadas persecuciones de los tatascuras del Medioevo, crímenes de horror por los cuales han pedido perdón papas como Juan Pablo II y Francisco.
La Catedral está "en su propia isla" del Sena, a muy corta distancia de la Santa Capilla (Saint Chapelle), donde se custodian reliquias de la Pasión y Muerte de Jesucristo, entre ellas la Corona de Espinas y el hierro de la Lanza con la que le traspasaron el costado, las más preciosas reliquias de la cristiandad, compradas por Luis IX a Balduino II, último rey latino de Constantinopla. Al tener parte de la construcción realizada, el rey fue descalzo a depositarlas donde se custodian al día de hoy.
La Santa Capilla tiene dos niveles: el superior para los reyes, y el inferior para el pueblo, iluminados por maravillosos vitrales, sólo superados por los de la Catedral de Chartres.
Tanto Nuestra Señora como la Santa Capilla están situadas en la Isla de la Cité, formada por dos brazos que se bifurcan del Sena. Este conjunto constituye las principales creaciones arquitectónicas y artísticas del mundo, al lado de la Basílica de San Pedro en Roma.
Muy cerca de París se encuentra Chartres, templo al cual se le atribuye poseer los más hermosos vitrales del mundo y desde donde los peregrinos salen a Santiago de Compostela.
Los pueblos deben proteger sus legados y grandes tradiciones
A la ceremonia, encabezada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, asistieron presidentes y dignatarios de las principales democracias del mundo, entre ellos el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump; la esposa del presidente Biden, Jill, y su hija Ashley, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que se reunió con Trump y Macron...
Fue emotiva la llegada de los heroicos bomberos y otras autoridades que enfrentaron el pavoroso incendio del 15 de abril de 2019. "Estoy ante ustedes para expresar la gratitud de la nación francesa a todos aquellos que salvaron, ayudaron y reconstruyeron la catedral ", dijo el presidente Macron, destacando que Francia había "logrado lo imposible".
Las naciones civilizadas protegen con todo celo sus patrimonios artísticos, las obras legadas desde siglos previos, su poesía, literatura, sus tradiciones populares y sus artes propios.
Por ahora la atención del mundo está en Nuestra Señora de París...Después de expresar la satisfacción de decir "misión cumplida", las campanas volvieron a sonar y Francia proyectó la palabra "MERCI" (GRACIAS) en el frontispicio de la Catedral en un saludo de hermandad hacia el mundo.