No es culpa de fabricantes japoneses o el plancton marino lo que está generando el cambio de clima en el mundo, sino del Sol que nos da vida pero que igualmente en una explosión de su magma puede enviarnos a la Edad de Piedra.
Según publicaciones sobre el efecto de las tormentas solares sobre el clima terrestre y los casi apocalípticos perjuicios que implica, en 1859 se dio un “evento Carrington”, cuando una tormenta solar afectó todas las comunicaciones del planeta, generando un desastre mayúsculo, lo que en la actualidad y dada la dependencia que el hombre tiene de la electricidad (fábricas, comunicaciones, nuestras computadoras y teléfonos, además de los transportes tanto públicos como personales) los efectos serían de horror, por lo que desde ya, se nos advierte, deben tomarse las medidas necesarias para volver al Medioevo en el peor de los casos, pero no a la época de las cavernas.
Científicos explican la reacción en cadena que nos mandará a la Edad Media si no la prevenimos.
Que la actividad solar extrema es un peligro para la civilización humana no es algo nuevo. Muchos artículos han hablado sobre el tema, demoledores informes de instituciones como la Academia Nacional de las Ciencias de los EE.UU. y el Pentágono, así como estudios científicos y hasta películas y series de televisión de serie B que han especulado sobre las consecuencias de un evento Carrington, la tormenta solar que impactó la Tierra en 1859 destruyendo redes telegráficas de todo el planeta, pero si actuamos podremos evitar los gravísimos efectos que están documentados.
La Dra. Holly Gilbert, que encabeza el High Altitude Observatory del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos, explica que hay tres niveles de impacto. El primero es la erupción de una radiación de alta energía —rayos X y de ultravioleta extremo— que puede afectar a nuestra ionosfera en ocho minutos porque viaja a la velocidad de la luz. Las partículas también causan corrientes porque son partículas cargadas y, finalmente, las eyecciones de masa coronal, con decenas de miles de millones de toneladas de plasma y el campo magnético del Sol.
La Dra. Sangeetha Abdu Jyothi, profesora adjunta de Computación en la Universidad de California, Irvine, que estudió el efecto devastador que un evento como el Carrington tendría en la red de cables de internet submarinos, destruyendo sus centros repetidores por la falta de protección e inutilizando las conexiones de internet globales, afirma que tal combinación de efectos no solo derribaría la red internet, sino que nos devolvería al Medioevo o antes”.
Hay un efecto Carrington terrible pero el Miyake es peor
Hoy en día todas las infraestructuras críticas de la sociedad, desde la sanidad y la banca a la distribución de agua potable o la logística, dependen de la electricidad y la red internet. “Si no tenemos eso, básicamente volveremos a la Edad de Piedra, especialmente con el tipo de densidad de población que tenemos en las grandes ciudades. “Ni siquiera puedo imaginar lo que pasaría si ocurriera un evento a gran escala”, afirma.
John Kappenman, un ingeniero estadounidense con décadas de experiencia en la industria eléctrica norteamericana, sí lo imagina. Lleva toda la vida estudiando estos fenómenos y su impacto en las redes de alta y media tensión: “Sí, claramente habría desastres de salud pública, desastres de servicios públicos, desastres en la cadena de distribución de alimentos, desastres de la industria farmacéutica, inutilización de los hospitales, de los sistemas de pago… Todo caerá una vez que sufres un impacto en la más importante de todas la infraestructura, la red eléctrica”, vaticina.
En la actualidad, los científicos piensan que cada pocos cientos de años vamos a tener un evento de nivel Carrington Es solo una cuesión de cuándo va a pasar”, dicen.
Si el impacto global de un evento Carrington sería devastador de por sí, existe otro tipo de tormenta aún más poderosa: los eventos Miyake. El Dr. Ethan Siegel —astrofísico, afirma que el evento de 1859 no es nada comparado con un evento Miyake…