El deterioro de los servicios asistenciales causado por la extracción de recursos a las diversas entidades, incluyendo el saqueo de los fondos del Seguro Social que su exdirectora entregó al régimen, ha golpeado gravemente los programas de vacunación y asistencia prematernal, motivo por el cual muchos niños y jóvenes están expuestos a contraer enfermedades como el sarampión, la tos ferina y la viruela.
Dada la reticencia o desgano de muchas familias para vacunar a sus niños en varios países, muchos de ellos, al llegar a adultos han llegado incluso a demandar a sus padres porque los dejaron vulnerables frente a las enfermedades que han surgido junto al coronavirus.
Culpa de esto, en parte, reside en las campañas contra las vacunaciones, todas parte de imaginarias confabulaciones para reducir ciertas etnias, incluyendo la inverosímil idea de que al vacunar a un niño o un adulto descargan “chips” que luego controlan su comportamiento, lo que es imposible dado el minúsculo canal de una aguja por donde fluye el medicamento.
Lo grave es que de surgir una pandemia el organismo de muchísimas personas no solo estará indefenso sino que el no-vacunado se convierte en un transmisor de diversas enfermedades.
Esto es muy preocupante al darse aglomeraciones de distinta naturaleza, como en escuelas, encuentros deportivos, conciertos y especialmente dentro de penales dada la insalubridad que allí predomina y que atacaría no solo a los presos sino también a los carceleros, generando caóticas situaciones, ya que un patógeno, “los microbios”, no distinguen entre inocentes o culpables, entre jóvenes y viejos.
Pero en ninguna declaración del régimen esta amenaza se menciona sino que, hasta donde puede establecerse, ni siquiera parece haber sido tomada en cuenta. Pero —y Dios nos libre como país de tal horror— una mortandad descontrolada golpearía no solo las cárceles sino además las estructuras oficiales y semioficiales.
Siempre asombra que haya padres que descuidan vacunar a sus hijos, un problema que hoy en día enfrentan los países que forman la Unión Europea. Después que la población cuidaba con todo celo la salud de sus niños, incluyendo vacunarlos al llegar el momento adecuado, se pasó a una etapa de “descuido” que afecta a los jóvenes y adultos millennials, más considerando que muchas de esas familias están muy pendientes de vacunar a sus gatos y perros.
No sabemos, por ejemplo, cómo se sufrió la pandemia del covid en China, más cuando el dictador Xi Jinping emprendió la masiva campaña contra el covid, el morbo que se cree fue generado en un laboratorio de Wuhan y que no fue enfrentado a tiempo por la decisión del régimen de llamar el asunto como una mortal amenaza sino que procedió a censurar al médico y declarar que todo era “un invento”.
En Europa una contagiosa gripe ha disparado todas las alarmas
Cualquier grupo humano como una pequeña comunidad, feligreses de una congregación, etcétera, está expuesto a sufrir una epidemia localizada, como una variedad de gripe que está afectando a Madrid y España en las últimas semanas y que ha obligado a muchas personas a usar mascarillas para protegerse.
La oficina regional europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó del aumento de casos de gripe en las últimas semanas en varios países y de la presión hospitalaria creada, que también podría crecer. “Estamos preocupados por los informes sobre presiones localizadas en hospitales y sobreocupación en urgencias, debido a la confluencia de los virus respiratorios que están circulando”, afirmó en rueda de prensa el director de OMS para Europa, Hans Kluge.
Se informa que en la región europea, que comprende a 53 países e incluye a Rusia y varias repúblicas exsoviéticas, las hospitalizaciones por gripe han aumentado un 58 % en las últimas dos semanas con respecto a las dos anteriores y los ingresos en cuidados intensivos, un 21 %.
Los más afectados son los mayores de 65 años y los niños.
Dios mediante a nosotros y a nuestras audiencias se nos encuentre “vacunados y re-vacunados” en estos difíciles tiempos y nos libre de todo mal…