Una conocida y popular estrella de Tiktok, Ghufran Sawadi, más conocida como Umm Fahad, fue asesinada en Bagdad hace un par de días, un crimen derivado de la intolerancia tanto del régimen imperante como de gran parte de la población, que, partiendo de sus creencias, persiguen la libre expresión al igual que los derechos de grupos humanos que escogen libremente sus tendencias personales.
Sawadi se presentaba en Tiktok en vestimentas ajustadas a su cuerpo, bailando, cantando y haciendo toda clase de comentarios.
Hace poco Sawadi fue encarcelada por seis meses, acusada de producir y publicar videos “con lenguaje obsceno e indecente, violando la decencia y la moral pública” de acuerdo con los obsecados jueces, pero el estado mental de la población puede medirse por el hecho de que muchos aplaudieron el acto.
Hace un tiempo Noor Alsaffar, conocido como Noor, fue asesinado, pese a contar con más de 370,000 seguidores en Instagram y Tiktok. Noor bailaba, daba consejos sobre cuidado del cabello y maquillaje y frecuentemente bailaba en cortos videos.
A lo anterior se agrega que el régimen iraquí está, al igual que en otros países, incluyendo Rusia, persiguiendo o criminalizando a los grupos de LGBTI, como está sucediendo en varias naciones africanas donde acusados de ello son encarcelados o inclusive ejecutados.
La radicalización de Iraq parte desde el momento en que el rey Faisal II fue derrocado en 1958 por un grupo, entre el cual estaba un joven teniente de nombre Sadam Hussein, que más tarde, como dictador, invadió Kuwait y años después terminó siendo ahorcado tras la invasión de Estados Unidos a ese país en 2003.
Tras el golpe contra la monarquía en 1958, además de asesinar al rey, todos los extranjeros en los hoteles fueron muertos, la clase de horror que caracteriza pueblos radicalizados tanto en África como en el Medio Oriente.
Hussein llegó inclusive a asesinar a su yerno cuando éste intentó des-radicalizar el régimen.
Los nulpensantes en el mundo, apenas menos que las cucarachas
Iraq en gran parte abarca Sumeria, la tierra donde se encuentra Ur antiguamente de los Caldeos, la patria de Abraham, de cuya estirpe se originan tanto judíos como árabes y la tierra donde se encuentra la Torre de Babel, un “Zigurat” que va ascendiendo como una espiral hasta la cima, desde donde creían los sacerdotes poder acercarse a los dioses.
Fue en una batalla frente a Cecifona -que puede visitarse al día de hoy- que el emperador bizantino Julián, llamado el Apóstata por su pretensión de volver a las previas religiones de Grecia y Roma, fue abatido.
Pocos siglos más tarde los mongoles, bajo Timur el Cojo, destruyeron la extensa red de regadíos que fertilizaban las planicies, red que los iraquíes sucesores han sido incapaces de reconstruir.
Hay, sin duda, muchísisima gente que cree a pie juntillas en todas las historias alrededor de estos lugares y personajes, lo que están en todo su real derecho de hacer, al igual que tantos cuentos que politicastros en este ancho mundo se inventan, sabiendo que nulpensantes es la especie más común, casi tanto como las cucarachas.