Por El domingo 10 de marzo las noticias que circularon por la mañana fueron que dos mujeres habían sido asesinadas por sus parejas o ex parejas, víctimas de feminicidio, algo que la PNC no se atrevió a nombrar como tal. Así se invisibiliza a diario la violencia hacia las mujeres que aún impera en el país.
Un día antes, el sábado 9, más de mil mujeres diversas de todo el país nos reunimos en la UES para marchar desde ahí hasta el parque Cuscatlán en San Salvador para exigir una vida libre de violencia, oportunidades económicas, ejercer todos los derechos, incluso el derecho a decidir, la mayoría de asistentes eran jóvenes.
El viernes 8, el Día Internacional de la Mujer, colectivos de mujeres y colectivos feministas, marcharon desde el parque Cuscatlán hacia el Ministerio de Trabajo exigiendo respeto a sus derechos laborales y de cuidados, sobretodo en esta precaria situación económica que atraviesa el país.
Estas fechas siempre generan diferentes reacciones tanto de los que están a favor como los que no, desde el Estado, se guardó un ensordecedor silencio, ni un comunicado o conferencia de prensa en la fecha, solamente el ministro de trabajo realizó una tímida reunión con un sindicato afín al oficialismo, un mensaje importante después de las declaraciones del presidente sobre la mal llamada “ideología de género”.
Conocimos en los últimos días del mes de febrero, que el presidente Bukele y su gobierno oficializaron su postura antiderechos, después de asistir a la Conferencia de Acción Conservadora el 22 de febrero, el presidente afirmó en una entrevista con la directora nacional de Mons for Liberty, que en El Salvador se prohíbe la ideología de género debido a la promoción de “ideas antinaturales”, “antidiós” y “antifamilia” en la educación. De manera expresa dijo: “Nosotros no permitimos esas ideologías en las escuelas o en los colegios. Creo que es importante además que la curricula no lleve ideología de género y todas esas cosas”.
Cinco días después de esta declaración, el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, confirmo en su cuenta de la red social X que: “todo uso o todo rastro de la ideología de género lo hemos sacado de las escuelas públicas”.
La prohibición incluye usar la sigla LGBTI+ en documentos y programas de 16 ministerios, el 27 de febrero, ordenaron a los establecimientos de salud recoger y enviar al Ministerio de Salud, todas las publicaciones de VIH, el mismo día eliminaron el programa de ITS/VIH en la web del Ministerio de Salud y el cierre de las clínicas VICITS, las clínicas de vigilancia centinela para ITS y VIH (a poblaciones clave, trabajadoras sexuales, Trans y Gays).
Esta acción por parte del gobierno de Bukele cuenta con precedentes desde junio de 2019, cuando asumió como presidente, adoptó una postura anti derechos, cuando disolvió la Dirección de Diversidad Sexual dentro de la Secretaría de Inclusión Social.
En mayo de 2021, diputados oficialistas archivaron la propuesta de ley de identidad de género y la ley antidiscriminación. En septiembre de 2022, el MINED censuró contenido educativo sobre orientaciones sexuales en canal 10, el canal oficial.
Ante estos discursos de odio promovidos por altos funcionarios públicos es imposible no mostrar preocupación por la seguridad e integridad de defensoras de derechos humanos de mujeres y de población LGBTIQ+, que lleva a su estigmatización y su posible persecución.
A partir de la experiencia de las organizaciones que trabajan estos temas y del conocimiento de las necesidades de estas poblaciones es de temer el incremento de las vulneraciones a sus derechos y más casos de migración forzada a partir de la incapacidad del estado de protegerles.
Abogada y defensora de derechos humanos