Cuando hablamos de Nación sin duda alguna el proceso educativo de sus ciudadanos salta de forma automática, porque para cumplir con el requisito de beneficios y compromisos generacionales es necesario que cada generación de ciudadanos conozca los principios, valores, la cosmovisión completa y se apegue a ella para mantener esos elementos en el tiempo.
La educación no es un tema únicamente de infraestructura, es también un tema de método y pre visualización de la nación que se construye, para que las nuevas generaciones y la presente, colaboren en lograr el proceso, igualmente debemos considerar el para qué y el porqué de los contenidos educativos, de tal manera que aquello que no esté en manos de la familia enseñar lo complemente la escuela privada o pública como un ayudador necesario.
Si profundizamos en esto, la historia nos dice que la educación siempre fue dada en casa, se aprendía de padres a hijos mientras la familia participaba junta del reto de la subsistencia, lo más importante era aprender a hacer, aprender a sobrevivir, a mantener una forma de vida para las futuras generaciones; luego vinieron la ciencia, la investigación, la técnica y la oportunidad de aprender mucho más que solo oficios, convirtiéndose la educación en un mecanismo de mejora personal y social, creyéndose que a más educación menos esfuerzo o más facilidad para ganarse el pan.
Sin embargo, el excesivo énfasis en la educación para el trabajo devino en una pérdida de educación para la vida, esa que se aprendía en casa, que se reforzaba de padres a hijos y que incluía la moral, la fe, las buenas costumbres y aquello que garantizaba ser un ser respetable aun con poco recurso económico.
En el tiempo hemos llegado a creer que la educación para el trabajo es lo único necesario y las escuelas públicas, los colegios y universidades limitaron su esfuerzo académico a más aptitudes laborales, creyendo que lo demás en casa se aprende, pero ¿cómo aprender lo que las generaciones presentes no aprendieron de la que les precedió?
Porque también se prepararon para el trabajo y eso sigue siendo lo más importante, en casa todos trabajan, todos buscan aumentar el ingreso y muy poco se comparte sobre lo intangible de la vida, pero que al final se necesita para ser útil a los demás, lo que ahora la misma educación llama “inteligencia emocional” que no es más que las capacidades para vivir y enfrentarse a la vida con la mente puesta también en el cultivo del espíritu y de las relaciones con los demás.
Una nación educada necesita prepararse para el trabajo, pero debe conocerse que trabajo se necesita y para qué. Sin un plan, incluso los más preparados terminan trabajando en lo que hay disponible y no en lo que fueron educados, agregándole a ello que socialmente abrazamos paradigmas como “el tanto tienes tanto vales” que nos deprecia por lo material y no nos aprecia por lo que realmente somos ni por la capacidad de servicios que podemos tener para los demás.
Entonces la educación en casa, en la familia, en la escuela, en la universidad y donde fuere, no puede pasar por alto que también debemos prepararnos para desarrollar capacidades incluso si estas a primera vista no están dentro de las posibles carreras que dan dinero, me refiero al arte, la música, la docencia misma, etc.. tampoco podemos permitir que sea el estado el que defina que debemos estudiar, que debemos aprender, porque la educación no puede quedar en una obligación política sino en una posibilidad real de desarrollo y el más desarrollado es aquel que mejor hace lo que quiere hacer, la educación por tanto no puede ser solo objeto de mejor infraestructura, computadores o inteligencia artificial, si ni siquiera hemos podido desarrollar la natural, la emocional, ni saber para dónde vamos antes de pretender que somos.
El reto educativo pasa por regresar al papel fundamental que tiene la familia, la iglesia y la comunidad en la educación que debe proveerse a las generaciones venideras, una educación que transforme al ciudadano y a la nación, una educación para servir y ayudar a otros con los talentos y los conocimientos que se adquieren.
Comunicador.