Un mes plagado de celebraciones, como casi todos los meses que sobran motivos para festejar; lamentablemente somos sujetos de ritos externos: tal como sucede con la religión, así sucede con nuestras vidas profesionales.
Celebrar el Día del Niño es algo que no debe ser una celebración pasajera, son los niños, nuestros hijos el futuro de nuestro país, son a ellos a quienes entregaremos la estafeta de la vida, por eso es tan importante el cuido físico y mental de nuestros niños pues debemos regar esa plantita para que sea un frondoso árbol y que nos dé los frutos esperados.
Hoy, con los índices de violencia casi a cero, la violencia intrafamiliar será la única violencia que un niño puede sufrir y somos los adultos los responsables de cuidar a lo mejor de la humanidad.
Tan importante es el Día del Psicólogo, sobre todo en un país que ha pasado de guerras en guerras, de pobrezas en pobrezas, de migración en migración; por ende, la salud mental de nuestra sociedad está mal. Basta ver la violencia que se ejerce al manejar, tanto el sencillo motociclista como el empresario que viaja rodeado de un séquito de guardaespaldas, arrasando con lo que se les pone enfrente, solo demuestra la poca o nula tolerancia que se tiene. De ahí la importancia de cuidar la salud mental de un país bastante complicado.
Parece que no se valora la importancia que se tiene que esos padres responsables de dar el mejor ejemplo a ese niño del que hablamos anteriormente, quien no tiene la culpa de lo que sembremos y cosechemos.
Es nuestra salud mental como familia y sociedad la responsable de llegar a ser una sociedad más tolerante, donde el buen ejemplo prime, donde el amor se respire, sea en la casa pobre como en la casa rica, no hay ninguna diferencia. Luego tenemos una fecha de suma importancia como es el Día del Cáncer de Mama. Sabemos de la voracidad de tal enfermedad y que sea un derecho de la mujer tener acceso a su mamografía, a su ultrasonografía pues estamos ante una patología que no perdona condición social, y con la parte educativa y el acceso a una atención médica oportuna se puede salvar cientos de mujeres afectadas por tal enfermedad.
Y si a esta celebración sumamos el Día del Hospital, nada menos para demostrar la importancia que tiene que cada salvadoreño reciba la atención oportuna, donde nadie se quede sin una cita y una atención médica pronta y de primer nivel. Quizá por el momento eso sea una panacea, pero se puede llegar a ese día en que nuestros hospitales reciban el mejor presupuesto y tengamos una sociedad sana y educada, que dará mejor fruto que una sociedad violenta y armada.
Revisemos… tenemos el Día del Hospital, el Día del Cáncer de Mama, el Día del Psicólogo y el Día del Niño; todas son tan importantes en una sociedad y somos los adultos los que debemos ser agentes de cambio, no es el papá-Estado el responsable de solucionar todos los problemas de un país, por supuesto que se debe priorizar la salud mental y física de cada salvadoreño, deben los hospitales buscar la excelencia en la atención médica, pero si no hay un presupuesto adecuado, muy poco se puede hacer.
Que sean las acciones nuestra carta de presentación, que las fechas sigan en los calendarios, mientras aspiramos a lo mejor para los nuestros. Somos el mismo tejido, somos los buenos, los malos y los feos de esa película llamada vida y así pasó octubre: como llegó, se fue con sus celajes y nostalgia de sus vientos…
Médico.