Los términos “macro y micro” se utilizan en varios ámbitos; por ejemplo, la macroeconomía y la microeconomía, los macronutrientes y los micronutrientes, los macrominerales y los microminerales, los macroecosistemas y los microecosistemas, y usted seguro, sabe de más aplicaciones.
Hoy me quiero referir a la “macropolución y la micropolución”, los “macrocontaminantes y los microcontaminantes”.
Cuando compra una botella de agua, el precio incluye, la botella de plástico, el tapón, el empaque entre el tapón y la botella, la etiqueta de papel plastificado y la viñeta del código de barras.
Al pasarla por el escáner, le dicen cuánto vale y desde que paga son suyos. El agua se la toma y calma la sed, el resto de materiales que pagó, los deposita en algún recipiente de desechos. En el mejor de los casos son recogidos y los camiones recolectores los llevan a una empresa de reciclaje, a la que usted le regaló las materias primas, que las reciclan, reutilizan, las venden y vuelven al circuito del comercio. ¿Así funciona, me preguntó sorprendido mi interlocutor?
Esa sería la ruta de la macro polución con las botellas de agua. Y la micro polución, son las micro partículas que según estudios de una organización prestigiosa, se desprenden de la botella y cuando se bebe el agua, contamina su sistema digestivo y son tan pequeñas las micro partículas, que llegan al torrente sanguíneo y se alojan en diferentes lugares.
Aquí puede ver, como sin darnos cuenta, los micro plásticos que consumimos semanalmente, equivalen a una tarjeta de crédito. (https://www.dw.com/es/comemos-en-micropl%C3%A1sticos-el-equivalente-a-una-tarjeta-de-cr%C3%A9dito-a-la-semana/a-61251447).
Luego, existe otro tipo de macro contaminante, las llantas de los vehículos, desde bicicletas, motos, carros, camiones, buses y vehículos de carga pesados de todo tipo.
Aquí, hay tantas llantas abandonadas, que en cualquier dirección que salga, antes de 20 minutos las verá tiradas en cualquier lugar.
Y si se está preguntando, cuál es la micro polución de las llantas, la respuesta, es la parte que se desintegra en las carreteras, mientras los vehículos transportan personas o mercancías.
Cuando se cambian las llantas, todo el material que se ha desgastado, cientos de miles de toneladas, quedó en las carreteras como micropartículas, que el viento levanta y lo respiramos, y con la lluvia se lava hacia los ríos y el mar, y si queda atrapado en el camino, de algún modo llega a los cultivos. Hay microplástico en el agua, las verduras, la carne y el pescado.
Entonces… ¿De quién son las llantas abandonadas? De todos los que compramos vehículos nuevos o usados.
Y lo mismo que con la botella de agua, cuando compramos productos y servicios, en el precio va incluida la polución de los materiales después de utilizarlos, por ejemplo, cuando compra boquitas, pizzas, los detergentes en depósitos de plástico, incluso la ropa fabricada con tejidos sintéticos.
La nueva pregunta sería: ¿Quién poluciona al final? ¿Las empresas o las personas que compramos compulsivamente, sin pensar en la macro, ni la micro polución?
¿Y qué se puede hacer? Desarrollar nuevos materiales. Cuando compramos preferir materiales biodegradables. Autocontrol de las empresas, en términos de responsabilidad social empresarial. Leyes y reglamentos bien estudiados que regulen el buen uso de los recursos naturales. Incluir en los precios el costo del reciclaje. Promover más inversión en empresas de reciclaje, que convierten la basura en un buen negocio.
Un nuevo principio elemental sería. La macro y la micro polución la compramos entre todos en los productos y servicios que consumimos. En lo positivo nos beneficia, y como los plásticos también son como las monedas que tienen dos caras, en sus aspectos negativos con la macro y la micro polución, nos perjudican.
¿Qué hará usted por su bien para disminuir la macro y la micro polución?
Pedro Roque / pedroroque.net
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