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Si quiere, tiene que…

Cuando la mayoría evolucionemos a cumplir antes el requerimiento de lo que se quiere ser o tener, habremos dado un salto cualitativo y seguramente viviremos mejor.

Por Pedro Roque
Ingeniero

El refrán que dice “Al que quiera celeste, que le cueste” significa que cuando se anhela algo, cuando se tiene algún capricho, se quiere conseguir algo diferente, hay que disponerse, esforzarse, trabajar más, ahorrar para conseguirlo y no lamentarse ni quejarse por los gastos, las horas de trabajo, ni las molestias que surgirán… Para entendernos mejor, es más claro el proverbio que advierte: “El que quiera comer pescado tiene que mojarse el “cuerpo”…

En mi planteamiento sobre la aplicación del sentido común, a lo común que hacemos todos los días, estoy aplicando la combinación de verbos, “querer” y “tener” en su significado de obligatoriedad y disciplina. O mejor, la combinación consecuente, de que si se quiere, se tiene que. 

Comenzando por las cosas más básicas… Por ejemplo y si es creyente, si quiere salvar su alma, tiene que cumplir los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. 


Si quiere que la Policía no le multe tiene que respetar las señales y el reglamento de tránsito. Si quiere que le ayuden en sus cosas, tiene que ayudar a otros, mejor, si es sin esperar nada a cambio. 

Si quiere aprobar los exámenes con buenas notas, tiene que estudiar todos los días y preparase bien. Si quiere disfrutar de carreteras, alumbrado público, salud y educación gratuitas, tiene que pagar impuestos. 

Si quiere conservar su prestigio personal y profesional, tiene que respetar las leyes y reglamentos que rigen su organización.

Si quiere tener mascotas, tiene que darles cariño y vacunarlas, cubrir los costos y lidiar con sus travesuras y rutinas diarias. Si quiere su patio limpio, tiene que limpiarlo frecuentemente.

Si de verdad quiere bajar de peso, tiene que ponerse a dieta y hacer ejercicio. Si quiere aprender un idioma tiene que asistir a las clases. Si quiere estar al día de los acontecimientos nacionales e internacionales, tiene que buscar fuentes de información confiables. No todo lo que cae en su teléfono es cierto. 

Si quiere incrementar su productividad, tiene que desligarse de grupos que no aportan nada. Si quiere que su habitación este presentable, tiene que ordenarla y limpiarla. Si quiere disfrutar de su jubilación, tiene que prepararse y decidir con tiempo qué hará cuando llegue el momento y ser usted quien decida, pues su tiempo entonces, será suyo ya no de la empresa, y si ya se jubiló, con más razón.

Si quiere que otros le cedan el paso para entrar en una avenida, tiene que cederlo a otros. Si no quiere enfermarse del estómago, tiene que lavarse las manos antes de comer. Si quiere ganarse su salario y estar tranquilo consigo mismo, tiene que ser honesto en su desempeño y utilizar el tiempo de trabajo para sus funciones. Si el dinero que recibe es de calidad y los billetes son buenos, tiene que ser honesto con su empleador. 

Si quiere que sus empleados aprecien y quieran a su empresa, tiene que apreciarlos y quererlos como personas y profesionales. ¡Si! Es el principio de dar antes, para recibir.


Claro, se pueden pasar los exámenes copiando, meterse a la carretera cerrando el paso a otros, querer rebajar sin hacer dieta ni ejercicio, faltar al trabajo inventándose enfermedades, tener mascotas descuidadas, desnutridas y enfermas, querer conservar el prestigio no cumpliendo cabalmente sus funciones y así otros privilegios, en las tantas circunstancias que vemos a nuestro alrededor, sin ser consecuente. 

Cuando la mayoría evolucionemos a cumplir antes el requerimiento de lo que se quiere ser o tener, habremos dado un salto cualitativo y seguramente viviremos mejor. 

Los adultos conscientes, demos amablemente buen ejemplo a otros adultos y a la siguiente generación, pues, este nuestro país, será diferente, cuando quienes lo habitamos, de aquí y de otros lares, seamos consecuentes y disciplinado con: “Si quiere, tiene que”.

Practíquelo, es fácil y en lugar de frustraciones, tendrá satisfacciones.

Ingeniero/p.roque@gccinternacional.net

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