En una época marcada por la constante búsqueda de eficiencia y rendimiento en el ámbito laboral, surge una reflexión cada vez más profunda sobre el impacto del estrés en la salud y la productividad de los trabajadores. Recientemente tuve el privilegio de asistir como conferencista a una cátedra sobre neurociencia y reducción de daño sanitario, donde se abordaron temas relacionados con el funcionamiento de los neurotransmisores y las enfermedades asociadas, así como el papel del estrés en este contexto.
La conferencia comenzó con una explicación detallada sobre cómo funcionan los neurotransmisores en el cerebro y su influencia en nuestra salud mental y física. Se destacaron las diversas enfermedades neurológicas, orgánicas y psiquiátricas, incluyendo también las adicciones, que pueden surgir cuando hay desequilibrios en estos neurotransmisores, lo que pone de manifiesto la importancia de cuidar nuestra salud cerebral.
En la parte de discusión y preguntas, un médico del trabajo compartió sus observaciones sobre el agotamiento de neurotransmisores y sus consecuencias en la salud de los trabajadores. Se enfocó en cómo el estrés crónico puede desencadenar una serie de problemas tanto físicos como mentales, desde trastornos de ansiedad y depresión hasta enfermedades cardiovasculares y gastrointestinales. Sorprendentemente, señaló que en la actualidad es común encontrar la capacidad de trabajar bajo presión como un requisito en las condiciones de contratación.
Las neurociencias están arrojando nueva luz sobre los efectos del estrés en el organismo humano. Si bien se sabe desde hace tiempo que el estrés ocasional puede ser beneficioso, proporcionando un impulso de energía y concentración, ahora se entiende con mayor claridad que el estrés constante o excesivo puede tener consecuencias devastadoras para la salud. Este hallazgo refuerza la importancia de implementar estrategias para gestionar el estrés en el entorno laboral.
Es crucial reconocer la diferencia entre el estrés bajo condiciones adecuadas y el estrés bajo condiciones inadecuadas. Mientras que el primero puede motivar y mejorar el rendimiento, el segundo puede llevar al agotamiento y al deterioro de la salud. La productividad de un individuo está estrechamente ligada a la gestión efectiva del estrés en el lugar de trabajo.
El término "burnout" o "síndrome de desgaste laboral" se ha convertido en una preocupación creciente en el ámbito laboral moderno. Se refiere a un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el estrés crónico en el trabajo. Este fenómeno afecta no solo al individuo, sino también a la organización en su conjunto, ya que puede resultar en una disminución del rendimiento y un aumento del ausentismo laboral.
Comparar la eficiencia y el costo de un trabajador alemán en Alemania con un trabajador salvadoreño en El Salvador nos lleva a considerar una serie de factores. Si bien es cierto que el trabajador alemán puede ganar un salario más alto, también es probable que esté operando en un entorno laboral que promueve un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal, así como una cultura de bienestar en el lugar de trabajo. Por otro lado, el trabajador salvadoreño puede estar expuesto a condiciones laborales más exigentes y menos recursos para gestionar el estrés, lo que puede afectar negativamente su productividad y salud a largo plazo.
En conclusión, la capacidad de trabajar bajo presión se ha convertido en una habilidad valorada en el mundo laboral actual. Sin embargo, es fundamental reconocer los límites del estrés y adoptar medidas para promover un entorno de trabajo saludable y sostenible. La inversión en el bienestar de los trabajadores no solo beneficia a los individuos, sino también a las organizaciones en términos de productividad y rentabilidad a largo plazo.
Actualmente, la corriente sanitaria denominada “Reducción de Daño Sanitario”, está aportando importantes opciones para lograr brindar a las personas mayores oportunidades de alcanzar un estado de bienestar. Esto se aplica en todos los ámbitos y el laboral no es la excepción. Invito a los empresarios a que se informen al respecto y tomen las medidas necesarias para incorporar este valioso recurso a sus programas de sostenibilidad.
Doctor en Medicina, Nutriólogo y Abogado de la República.