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Todos los meses deberían ser de la tercera edad

Esa es la ruta que debe seguirse trabajando y redoblando esfuerzos, pues no es el objetivo envejecer; el objetivo es envejecer saludables, óptimos y disfrutando esta etapa de la vida.

Por Ricardo Lara
Médico

Y vivimos enero, el mes dedicado al adulto mayor en El Salvador.

Sin duda alguna, enero en lo personal siempre lo identifico como el mes dedicado al adulto mayor, aunque para muchas personas es el mes del nuevo año con nostalgias del anterior y propósitos del actual.

Algo relevante es que el censo 2024 nos demuestra que este enero 2025 revela que la generación más grande pasa la frontera de los 80 años, los que nacieron en los años de finales de los 30 e inicio de los 40 del siglo pasado y con ello tenemos la población longeva más grande viviendo, conviviendo en la comunidad.

En la sociedad es el grupo poblacional que   registra que al comparar el censo del 2007 y el del 2024 de la población general creció 5% y el índice de envejecimiento es de 49.0, es decir, que hay 49 personas de 65 años en adelante por cada 100 niños.

Un dato importante del censo es que el grupo poblacional que más creció entre 2007 y 2024 son las personas mayores de 90 años.

No deseo con esta columna hablar de demografía pero sin dejar claramente que la población salvadoreña está envejeciendo y este es el momento de ver al futuro preparar a la sociedad salvadoreña para una convivencia donde prevalezcan el buen trato y la inclusión  y no pensar que la población mayor se convierte en población sometible y sometidos ni mucho menos pensar que son una carga social.

Esta generación con esta vida más longeva les permite seguir aportando en sus áreas de conocimiento de accionar.

La vejez es como la niñez.

Mientras la humanidad ocupa los primeros 20 años para aprender, en la vejez los 20 años después de los 65 son años para seguir aportando, seguir enseñando seguir viviendo y, ¿por qué no?, seguir soñando.

Muchos, estoy seguro, han escuchado hablar y otro lo conocen muy bien el indicador para formular el índice de desarrollo humano conocido como como es la esperanza de vida al nacer ya dejó de ser un tema en muchos países de llegar con una esperanza de vida mayor de los 80 años.

Desde inicio del siglo XXI para países como España, Dinamarca, Japón la prioridad se convirtió en dar y garantizar calidad de vida superada la esperanza de vida.

 Para ese camino vamos y debe ser el censo 2024 el punto de partida para proyectar con este ritmo de crecimiento demográfico y  envejecimiento población  cómo El Salvador se preparara para esa transformación. 

Ya convivimos hasta cuatro generaciones al mismo tiempo fenómeno demográfico no experimentado nunca en la historia de la humanidad; por tanto, llegó el momento pues el logro de envejecer conlleva la principal responsabilidad una vejez digna saludable, donde se viva y experimente el amor a la vida con gran intensidad.

Por tanto, esa es la ruta que debe seguirse trabajando y redoblando esfuerzos, pues no es el objetivo envejecer; el objetivo es envejecer saludables, óptimos y disfrutando esta etapa de la vida.

Todos debemos prepararnos para ello. El país, la sociedad y cada uno de los ciudadanos que esperamos llegar a disfrutar esa etapa de la vida.

Médico.

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