Según nuestra sociedad, las empresas, las organizaciones y también las familias se suman al uso continuo y creciente de las TIC, sin darnos cuenta o sabiéndolo, nos desconectamos de las personas y preferimos la compañía del smartphone.
Cada día hay más gente con “nomofobia” el temor, la ansiedad y el desasosiego irracional cuando no tienen a mano su smartphone o cuando están en una zona donde no hay señal. Se sienten desconectados del mundo y si están en un restaurante donde no hay conexión, se les quita el hambre o comen rápido para salir en busca de la señal.
Sin darnos cuenta, para la intercomunicación en la empresa, con familiares, amigos y otros en los grupos de chat, ver memes invitando a reenviarlos, la publicidad por e-mail y las páginas web y los buscadores que visita para encontrar información, ya requiere que la mayor parte del tiempo despierto, su mente y sus ojos focalicen su smartphone y con sus dedos “scrolee” o “chatee”.
Pero permítame preguntarle: ¿Se ha fijado en la belleza de nuestra campiña en invierno? ¿Ha visto la gama de verdes que nos muestra nuestra naturaleza? ¿Mira el cielo azul y los grises de las nubes durante el día? ¿Ve los preciosos colores del cielo al amanecer y al atardecer? ¿Cuando come mira, se fija y después recuerda los alimentos y el sabor de lo que comió? ¿Cuando habla con alguien, le mira a los ojos y levanta su vista de su smartphone? ¿Se ha preguntado cómo puede disfrutar mejor su tiempo que viendo su teléfono? ¿Ha reflexionado sobre cuánto le distrae, predispone, manipula y pierde efectividad en su trabajo? ¿Siente estrés y desasosiego si no tiene su teléfono? ¿Se ha preguntado quien manda más en su vida, si usted o su smartfhone?
Pues yo me estoy liberando y seleccionando con quien mantengo comunicación y me desconecte de los chats que no aportan nada. Decidí comunicarme directamente con las personas que me interesa, les escribo mensajes cortos preguntando o informando y pido brevedad en la respuesta. Y cuando quiero o queremos hablar nos reunimos cara a cara y sin smartphone.
En mi correo abro solo los boletines en alemán e inglés para leer y pensar en esos idiomas pues las noticias están en epaper de EDH y otros periódicos online de España y Alemania. No hago video llamadas y antes de salir dejo instrucciones, informo a que horas volveré y que me llamen solo si es verdaderamente necesario, lo demás puede esperar. La idea básicas es trabajar y vivir con cero urgencias, sin prisas y sin enojos.
En los Setenta decíamos que una organización administrativa con 50 empleados ya tenían suficiente trabajo llenando formularios, vistos buenos, firmas y autorizaciones para ocuparse ocho horas sin producir nada que generara rentabilidad. Sobre esa base realizamos muchos trabajos de reducción de procesos administrativos innecesarios.
Hoy con los e-mails, grupos de chat y todo lo que llega por internet, estimó que 10 personas enlazadas en 10 grupos de chat, tienen suficiente “trabajo” para ocuparse 10 horas al día del smartphone sin producir nada útil.
¿Y que pasará con el 5G y el metaverso? A la par de sus ventajas, si no lo manejamos adecuadamente, viene más dependencia de los creadores de contenidos, más gasto en electrónica e internet, más inseguridad personal respecto de la realidad, más egoísmo por creer que internet es todo, más pérdida de tiempo y más desamor y sentimiento de soledad.
No permitamos que las TIC y la tecnología nos deshumanicen más. Son excelentes herramientas de información y comunicación, utilicémoslas para lo necesario y recuperemos que los niños prefieran jugar con sus padres y los padres con sus niños, que con sus tablet y sus smartphones.
¿Entendió lo de la nomofobia?
Ingniero/Pedroroque.net