La guerra civil que asoló Siria desde el 2011 había divido al país de tal forma que la ahora extinta dictadura de los Ásad tenía el control de aproximadamente dos tercios del territorio, aún existía la noción de nación, el estado sirio era una entidad política reconocida. En poco menos de dossemanas eso explotó por los aires. La caída de Bashar al Ásad no es solo el derrumbamiento de una dictadura, es la desaparición de un país pese a que Siria como tal siga teniendo reconocimiento internacional. Veamos por qué.
La caída del régimen empezó con la ofensiva de HTS (grupo islamista protagonista del frenético derrumbamiento sirio) hacia la ciudad de Alepo. En esta primera etapa puede argumentarse que la zona estaba malísimamente defendida, y que los refuerzos estaban muy lejos porque el grueso del ejército sirio estaba apostado en el sur, en la capital Damasco en caso de que a Israel se le ocurriera lanzar una ofensiva, considerando lo encendida que está la región.
Cuando Alepo cayó, los rebeldes sirios se lanzaron en carrera hacia el sur conquistando primero la ciudad de Hama y luego Homs, para finalmente lanzar una ofensiva sorpresa en la capital que terminó por destronar a Ásad. Aquí los argumentos de la sorpresa y desprotección ya no tienen sentido. El ejército sirio, si bien una sombra de lo que alguna vez fue, tenía la fuerza de sobra para someter a HTS, pero no la voluntad. El derrumbamiento del régimen fue ante todo moral. El pueblo sirio estaba harto de la guerra y de una tan brutal dictadura.
Ahora el territorio sirio es un mosaico de grupos que de hecho ya pelean entre sí. El HTS, el Ejército Libre Sirio (milicia pro turca), los Kurdos enemigos de Turquía y apoyados por Estados Unidos, , los remanentes del ISIS esperando su oportunidad para resurgir, y una larga lista de pequeñas milicias habidas y por haber, son todos grupos que tienen poco o nada en común y que encaminan al castigado pueblo sirio a otra guerra civil. Es cuestión de tiempo.
Sin embargo, las implicaciones de este suceso van más allá dando otro giro en la compleja trama de oriente medio. Siria era uno de los países miembros del “eje de resistencia” liderado por Irán, servía como puente logístico entre Iraq y Líbano para abastecer a Hezbolá. Representa una durísima derrota para Irán y de no llegar a un acuerdo, para Rusia.
Los rusos tan emproblemados como están en Ucrania han sido incapaces de apoyar a su aliado, y han tenido que salir corriendo del país perdiendo de facto sus únicas bases y puerto en el mar mediterráneo (Latakia y Tartús respectivamente), fundamentales para la logística de sus operaciones en África central. Aunque se rumorea que podrían llegar a un acuerdo con el HTS para mantenerlas, no hay nada claro, y eso es un grave problema para el expansionismo ruso.
Pero si alguien ha aprovechado esto es Israel. Siria es importante no solo porque sea un nodo logístico de sus enemigos, sino porque potencialmente todo el arsenal convencional y químico de su némesis sirio podría estar en manos de rebeldes extremistas que tienden al terrorismo; de hecho su líder Abu al Jolani está catalogado como tal por su larguísimo historial en Al-Qaeda Iraq.
Es por ello entendible (sin blanquear las intenciones de aprovechar la situación) que Israel haya tomado la zona siria del Monte Hermón y lleve cerca de dos semanas ejecutando una descomunal campaña de bombardeo estratégico sobre blancos militares que, según el mismo Israel, habría destruido cerca del 80% de las capacidades militares sirias.
Todo esto mejora enormemente la posición israelí en la guerra y en la región, pues neutraliza a otro enemigo más, corta el nodo logístico principal que nutría a un Hezbolá que ha tenido que pedir un alto al fuego, a la vez que ha caído un aliado de Irán. Y gracias a que han tomado zonas estratégicas en la frontera, ahora tienen en jaque a la capital siria en caso de guerra. Este año cerrará como una victoria absoluta de Israel.
Con todo lo anterior vemos el derrumbamiento de la orgánica de un Estado, su territorio, sus instituciones, su población, su poder, su identidad. Lo que sea de ese incierto lugar de ahora en adelante, no es más la Siria que conocíamos. Lamentablemente la paz no está a la vista.
Especialista en temas internacionales