Por El 15 de agosto de 1944, pocas semanas después del “D-Day” de Normandía, la operación “Dragoon” abría el segundo frente militar en Francia . Llegando del sur del país bajo ocupación nazi desde junio de 1940, el segundo desembarque en el propio territorio metropolitano francés, tuvo una repercusión estratégica muy importante. Aceleró el proceso de “Liberación” de Francia tanto como en Europa Occidental, mientras el Reich tenía que enfrentar las ofensivas aliadas tanto en el oeste como en el este.
Conmemoración simbólica muy fuerte, permitió recordar el papel de los Aliados, tanto como de los combatientes africanos. “No hubiese una victoria alianza sin la contribución de los demás pueblos, sin los extranjeros, sin los fusileros (apodo de los soldados africanos)”, afirmó el presidente de Camerún, Paul Biya, presente en las ceremonias de igual manera como los jefes de Estado del Togo, de los Comores, de Gabón o de la República Centroafricana.
El 15 de agosto de 1944 fueron 100,000 los efectivos americanos, canadiense y británicos que desembarcaron sobre las playas del sur de Francia, tanto cerca de Saint Tropez, entre las ciudades de Cannes y Tulon, puerto esencial en esta parte del Mediterráneo. A ellos, se debe agregar 250,000 franceses del Ejercito B, dirigido por el General de Lattre de Tassigny. Cuántas fuerzas de la resistencia, tanto como de África Occidental y Central, tanto como de África del Norte, proveniente de Argelia, Marruecos y Tunisia.
Fue Winston Churchill, el épico primer ministro británico entre 1940 y 1945, quien llamo la operación, “Dragoon” mientras estaba inicialmente llamada “Anvil”, es decir, “el yunque”. El general Alexander Patch fue el comandante en Jefe. Fue la primera vez que un verdadero ejército francés desde la derrota y el armisticio de 1940, estaba formalmente presente. Fuerzas franceses estuvieron activas tanto en las batallas en Tobruk (1941), Bir Hakeim (1942), El Alamein (1942) o el desembarco en Argelia (noviembre de 1942). “Dragoon” rompió para Francia la humiliación de 1940 con un papel militar coordinado y definido entre los Aliados. Mientras los ejércitos anglo-sajones se dirigen hacia la región del Ródano y se unen con las fuerzas del General Patton que llegaba desde Normandía el 12 de septiembre de 1944, los franceses libraron batalla para liberar Marsella y Tulon. Mientras la región de la “Provence”, estaba librando batalla, la capital francesa,
París se estaba rebelando y liberando entre el 19 y 25 de agosto. Permitirá al General De Gaulle desfilar sobre los Campos Elíseos el 26 de agosto de 1944, apareciendo como el jefe legítimo del Gobierno provisional de la República Francesa, concluyente el éxito de la Resistencia tanto sobre el territorio metropolitano como exterior, encarnado por el valor de los soldados de África, sin olvidar de Asia. Es decir, el peso de este desembarque: los Aliados pudieron reforzar sus posiciones antes de entrar en el territorio alemán a partir de enero de 1945. Para los franceses, se trataba de reconquistar a través del territorio nacional un estatus entre los Aliados. Lo logrará después de numerosos episodios militares y políticos el General De Gaulle en 1945.
A partir de 1945, se abrirán nuevas etapas internacionales: la rivalidad Este-Oeste será formalmente identificada a partir de 1947 cuando Winston Churchill habló de “una Cortina de Hierro” en Europa. Los imperios coloniales, tanto británicos tanto como franceses, se van a desmantelar durante los años 1950 y 1960. La crisis de Suez en 1956 constituirá un momento clave haciendo aparecer los Estados Unidos como el pilar del Occidente, instalándose en la disuasión nuclear desde que Rusia hizo explotar su primera bomba nuclear el 29 de agosto de 1949. Rompió con el monopolio de Washington desde las explosiones en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
En este contexto, el desembarco de la Provincia fue esencial para acelerar la dinámica aliada en Francia antes de entrar en el Reich en enero de 1945. El ejército francés demostraba la diversidad de una nación que logró levantarse y reconquistar su honor con la Resistencia Nacional. Es lo que afirmó el presidente Macron en las conmemoraciones: “Oficiales del Imperio o hijos del Sahara, nativos de la Casamancia (Senegal) o de Madagascar, no eran de la misma generación. Tampoco eran de la misma confesión (…). Y por lo tanto, constituyeron el Ejercito de la Nación”.
Compuesta de militares proveniente de las tropas de África, se podía contar sobre 84,000 provenientes de África del Norte, 12,000 de las fuerzas de la Francia Libre fieles al General De Gaulle, 12.000 corsos. 130,000 fueron de Argelia y Marruecos. 12.000 estaban -integrado en el ejército colonial, entre los cuales estaban los famosos fusileros senegalense. Todos contribuyeron a restaurar el honor de Francia tanto como la determinación en luchar por la Libertad y valores universales. Fueron los herederos de tradiciones guerreras inmemorables, admirables de valor, audacia y lealtad”, como bien lo dijo el presidente de Camerún. Pocos días después de la clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024, que ofrecieron un momento de unidad, innovación y solidaridad, las celebraciones de los 80 años de la Liberación recuerdan raíces de un espíritu valioso, comprometido en defender y morir por ideales universales que tenemos la responsabilidad en hacer vivir, 80 años después.
Politólogo francés y especialista en temas internacionales.