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Agua del chorro: el deterioro de la salud y la grifería

Hago un llamado a las autoridades de sanidad ambiental para que tomen acciones en relación con el agua "potable" que se provee en nuestro país. Hay temas fundamentales para el bienestar humano, como es, en este caso, el agua limpia, pues está ligada directamente a la salud de la población.

Por Mirella Schoenenberg de Wollants
Nutrióloga y abogada

Los que vivimos en tierra salvadoreña sabemos que no podemos beber el agua que sale de los chorros o grifos de nuestras viviendas o de lugares públicos, sin antes hervirla. Los que podemos, adquirimos agua que ha sido "purificada" por entidades privadas o compramos sistemas de filtros para colocarlos en los grifos y facilitarnos el consumo de ese líquido vital. Por supuesto, estimado lector, que estoy de acuerdo con usted: esta situación hace oneroso el acceso a un producto sumamente necesario para el bienestar y la salud de los salvadoreños.

Sin embargo, hay otro detalle que a algunos se nos escapa de nuestra observación y que debe llamar nuestra atención: el deterioro de la grifería de nuestras casas y oficinas. Esas manchas y acúmulos de minerales que afean esos objetos, con una rapidez asombrosa, y que incluso los expertos refieren que para esto no hay remedio, pues la causante es el agua que emana por medio de los grifos. "Es que nuestra agua es muy pesada", se escucha decir con frecuencia.

En otros países, vamos a tomar de ejemplo para este escrito, a Luxemburgo y Bélgica, sus habitantes beben el agua directamente del grifo, no adquieren agua comercial y no usan filtros; y mucho menos, no se deterioran las griferías de sus casas. ¿Por qué?

Decidí consultar con expertos en este tema y estas fueron sus explicaciones:

Las diferencias en la calidad del agua potable entre El Salvador y países como Luxemburgo y Bélgica pueden atribuirse a varios factores, incluidos los recursos naturales, la infraestructura, los procesos de tratamiento del agua y la regulación gubernamental. 

Toquemos el factor de los recursos naturales y las fuentes de agua, empezando por la calidad del agua cruda: en El Salvador, las fuentes de agua pueden estar más contaminadas debido a la proximidad de actividades industriales, agrícolas y la falta de sistemas de saneamiento adecuados. En cambio, en Luxemburgo y en Bélgica, las fuentes de agua suelen estar más protegidas y menos contaminadas debido a mejores prácticas de manejo ambiental y regulaciones estrictas.

Vamos al factor de la infraestructura y el tratamiento del agua: En nuestro país, la infraestructura puede ser más antigua y menos eficiente, lo que lleva a un tratamiento insuficiente del agua; lo cual es diferente en Luxemburgo y en Bélgica, pues en estos países cuentan con tecnologías avanzadas y plantas de tratamiento bien mantenidas que eliminan eficazmente contaminantes y aseguran la calidad del agua.

También está el tema de las sustancias químicas utilizadas:se considera que hay un uso excesivo o inadecuado de productos químicos como el cloro, que en altas concentraciones pueden corroer la grifería y no eliminar todos los contaminantes, dejando el agua no potable. En contraste con Luxemburgo y Bélgica, donde utilizan una combinación de sustancias y filtros avanzados para eliminar bacterias, virus, metales pesados y otros contaminantes; sin dejar residuos que deterioren la grifería. Además, ajustan la química del agua (pH, dureza) para evitar la corrosión.

En relación con las regulaciones y estándares de calidad, las regulaciones pueden ser menos estrictas o no estar bien implementadas, lo que permite que el agua distribuida no cumpla con estándares internacionales de potabilidad.

Pero vemos que en Luxemburgo y Bélgica se cumplen con las estrictas regulaciones de la Unión Europea para el agua potable, que aseguran niveles seguros de todas las sustancias y un monitoreo constante de la calidad del agua.

Siendo más específicos, en cuanto a las sustancias químicas como el cloro y los subproductos de desinfección, en tierra salvadoreña; si no se controla adecuadamente, puede generar subproductos dañinos como trihalometanos (THMs) y ácidos haloacéticos (HAAs), además de ser corrosivo. Lo que no sucede en los dos países ejemplos de esta explicación, donde usan métodos de desinfección que minimizan la formación de subproductos y optimizan las dosis de cloro para evitar la corrosión.

No olvidemos la dureza del agua en El Salvador, que pudiera tener altos niveles de minerales (calcio y magnesio), lo que contribuye a la acumulación de sarro y la corrosión de la grifería; lo que se evita en Luxemburgo y en Bélgica, donde el agua es tratada para ajustar la dureza, previniendo la acumulación de minerales y protegiendo la grifería.

Talvez alguno de ustedes, amables lectores, podrían reaccionar con el argumento de que porqué estoy haciendo comparaciones con países europeos, que son tierras de primer mundo, mucha riqueza y otras características distintas a nosotros. Pues le replicaría que, en primer lugar, como personas humanas que somos los salvadoreños, nos merecemos lo mejor. Ya es hora que desarrollemos un estima alta en nosotros mismos, recordando que la mayor diferencia entre los europeos y nosotros, no es más que el conocimiento y la actitud ante los retos.

En segundo lugar, por la misma razón tenemos el derecho al bienestar, tal como lo dice nuestra maltratada Constitución.

En tercer lugar, que es mi deber ciudadano llamar la atención sobre este aspecto que deteriora la salud de los salvadoreños, como lo demuestran muchas investigaciones científicas, para lo que voy a citar solo dos: la de Chu I. y colaboradores de 1980 ("La toxicidad aguda de cuatro trihalometanos en ratas masculinas y femeninas"; Toxicol Appl Pharm 52:351-353) que demostró que la exposición a THMs en mamíferos causa efectos tóxicos en el hígado, el riñón y en los sistemas nervioso y reproductivo; y la de Sánchez Zafra del 2008 ("Efectos de los THMs sobre la salud"; Hig. Sanid. Ambient, 8:280:290) que asoció los THMs con un riesgo de cáncer de vejiga urinaria y que los subproductos de cloración también han sido asociados a cáncer colorrectal y defectos en neonatos de madres expuestas.

Para concluir, hago un llamado a las autoridades de sanidad ambiental para que tomen acciones en relación con el agua "potable" que se provee en nuestro país. Hay temas fundamentales para el bienestar humano, como es, en este caso, el agua limpia, pues está ligada directamente a la salud de la población. Actuando en este ámbito se podría incluso disminuir el número de personas enfermas que acuden a los hospitales en busca de ayuda, gracias al agua realmente limpia, mermando el gasto que implica la provisión de servicios sanitarios. Así como el desembolso que hace gran parte de la población en su búsqueda por consumir agua de mejor calidad. ¡Hasta la próxima!

Médica, Nutrióloga y Abogada

mirellawollants2014@gmail.com

KEYWORDS

Depuración Del Agua Opinión Salud

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