Elizabeth II ha muerto.
Después de 70 años de reinado y a dos días de haber nominado a su último jefa de gobierno, la nueva primera ministra Jeff Truss, la soberana británica Elizabeth II, Jefa del Commonwealth y Reina de 15 países, falleció en su residencia de Balmoral.
Desde su coronación el 2 de junio de 1953, sucediendo a su padre, el Rey Jorge VI, la Reina vivió todos los eventos que impactaron la historia contemporánea. Para todos, ella se había vuelto inmortal: el mundo la conoció joven, asumiendo la corona cuando murió, mientras efectuaba un viaje en Kenia, su padre Jorge VI. Nombró a 16 Jefes de gobierno, desde Winston Churchill en 1952 hasta Liz Truss el 8 de septiembre recién pasado: Antony Eden, Harold Mac-Millan, Alec Douglas-Home, Harold Wilson, Edward Heath, James Callaghan, Margaret Thatcher, John Major, Tony Blair, Gordon Brown, David Cameron, Theresa May, Boris Johnson, acompañaron los decenios de una historia contemporánea de la cual parecía inseparable.
Más allá de las imágenes propias de la “saga de la realeza” británica, Elizabeth II logró representar la estabilidad y continuidad del Reino Unido, en un medio ambiente internacional que cambió tanto. Llegando al trono, el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial estaba todavía fresco: el Reino Unido salió victorioso de un conflicto que instaló la potencia de los Estados Unidos y de la Unión Soviética, mientras los imperios coloniales, fuesen británicos o franceses, estaban por desaparecer.
Un mundo nuevo hacía su aparición y la juventud de la monarca permitió acompañar esta transformación. Elizabeth II llevó a cabo su papel, tanto constitucional como Jefa de Estado, jefa de familia. Felipe Mountbatten, Duque de Edimburgo, se casó con la princesa heredera Elizabeth el 20 de noviembre de 1947. Al través de los años, su presencia aparecía muy importante al lado de una reina que reconoció, en varias ocasiones, el papel indispensable a su lado. Sin duda la muerte del Príncipe Felipe, el 9 de abril de 2021, constituyo un momento clave en la vida probada de la monarca, entendiendo todos el simbolismo que llevaba la partida del Príncipe consorte británico.
La celebración del Jubileo de Platino, que tuvo lugar del 2 hasta el 5 de junio de 2022, consagró el reinado más largo de la monarquía británica. Ella siempre supo renovarse: logró modernizar la imagen de la institución real, entrando sin dificultad en la era digital pero siempre con el toque de las tradiciones que hacen “el charme” de la monarquía. Logró superar las dificultades: nos recordamos de la definición de la expresión “annus horribilis” que usó para calificar el año 1992 a raíz de los divorcios de los príncipes Carlos, Andrés, de la princesa Ana, del incendio del castillo de Windor. Pudo reconquistar la opinión pública impactada por la muerte accidental de la princesa Diana el 31 de agosto de 1997 en París.
¿Cómo olvidar estos escenarios atípicos y tan “británicos”, modernos y con un toque de “décalage”: a la par de Daniel Craig, en James Bond, el 27 de julio de 2012 durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres o más recientemente, con el “oso” Paddington, figura emblemática en Gran Bretaña, tomando un té con la monarca en marzo pasado?
Elizabeth II supo acompañar la transformación del Rino Unido, en un periodo inédito que de facto inscribe a la Reina en la historia de su país, siendo a la vez una figura internacional que inspiraba respeto.
Elizabeth II cumplió, hasta el final de su vida, su promesa afirmada en 1947, de dedicar su vida a su pueblo y su país.
El Príncipe de Gales es el nuevo Rey bajo el apellido Carlos III. Pero por el momento, la tristeza es la que reina. Es horas del recuerdo, del homenaje a una monarca que supo defender y promover el Reino unido y el Commonwealth en el mundo.
Con Elizabeth II páginas de nuestras vidas se pasan de manera inexorable…
Especialista en relaciones internacionales/politólogo