Siendo Inglaterra una de las democracias más sólidas del mundo, con una monarquía milenaria, son impresionantes las lecciones que a través de su historia nos indican que el respeto a su sistema parlamentario, ha sido una de las bases que han permitido el desarrollo de la democracia.
Desde la Carta Magna, emitida durante el reinado de Juan sin Tierra, un grupo de terratenientes ricos y consejeros del rey constituyeron en 1215 la Cámara de los Comunes, y en 1295, los obispos y los nobles establecieron la Cámara de los Lores.
Sin embargo, la historia inglesa ha presentado situaciones que han hecho peligrar su sólida democracia, y que gracias al respeto al Parlamento se han podido superar.
Tras la muerte sin hijos de la reina Isabel I, heredó el trono inglés Jacobo I, hijo de María Estuardo de Escocia, a quien Isabel había mandado decapitar, por tener más derechos que ella misma, al trono de Inglaterra.
Isabel era hija ilegítima de Enrique VIII y Ana Bolena. María Estuardo era nieta del Rey Jacobo IV de Escocia y de Margarita Tudor, hermana legítima de Enrique VIII.
A la muerte de Jacobo I, le sucede como rey de Inglaterra su hijo Carlos I, amante de las artes y de los caballos finos, que compartía con el rey Felipe IV de España. Pero la difícil situación del tesoro real obliga al rey a pedir al Parlamento le autorice más impuestos. Exige a sus súbditos ricos le concedan préstamos no reembolsables, con amenaza de cárcel a los que se los nieguen. Se toma el derecho de realizar detenciones arbitrarias sin acusación, sin el debido proceso ni posibilidades de fianza. El Ministro de Justicia es depuesto cuando declara ilegales estas ordenanzas.
Las dos Cámaras del Parlamento acuerdan analizar los abusos de poder del Rey y poner freno al absolutismo, y para evitar que el monarca lo disuelva a su antojo, emiten un acta que establece que el Parlamento debe dar su autorización para que el Rey pueda disolverlo. Como respuesta, el rey Carlos I entra al Parlamento acompañado de las fuerzas armadas, lo que constituye un hecho sin precedentes y la mayor violación y desacato en la historia parlamentaria. Se inicia la lucha armada, con el enfrentamiento de los ejércitos del Rey y del Parlamento. El rey es derrotado, sometido juicio por alta traición y condenado a morir decapitado. “No hay hombre que esté sobre la ley”. Por su profundo respeto a la Constitución y a las instituciones, Inglaterra ha mantenido una sólida democracia.
Es triste reconocer el poco respeto que los diputados oficialistas que constituyen nuestro cuerpo legislativo demuestran por el cargo que ostentan --otorgado por el pueblo mediante el voto--, olvidando la grave responsabilidad que tienen de elaborar y discutir las leyes, que serán de obligado cumplimiento para la ciudadanía.
Con verdadera tristeza y un sentimiento de vergüenza pudimos ver que las curules del partido oficial aparecían decoradas con gorras promoviendo la reelección presidencial, supuestamente enviadas por sus simpatizantes en el exterior, cuando la Constitución de la República, que juraron respetar, prohíbe la reelección presidencial para quien haya ejercido la presidencia en el período inmediato anterior. Únicamente el señor Ulloa cree que engaña a los salvadoreños al afirmar que la palabra INMEDIATO en castellano no significa “el que está al lado”, sino “el que está después del que está al lado”. Y su descubrimiento de artículos escondidos, que el candidato no conoció, ni leyó, son una ofensa a nuestra inteligencia. ¿Cómo pueden exigir a los ciudadanos que cumplan la ley, si los funcionarios no quieren obedecerla?
Maestra.