Muchos se han expresado sobre cómo las palabras de odio pueden transformarse en hechos, y esto no es ninguna mentira. Los discursos de odio son el comienzo de algo más grande, como bullying, rechazo, discriminación o hasta crímenes. Las redes sociales difunden más ideologías y pensamientos diferentes, y son una herramienta para expresar libremente nuestras opiniones. Pero ¿cuándo esto se sale de control?
Es raro que alguien en estos tiempos no use una red social. Son el medio donde muchos se comunican y expresan lo que sienten u opinan. Cuando alguien crece mucho en una red social, o en general es muy famoso, puede ser considerado un influencer. Word of Mouth Marketing Association (WOMMA) publicó el “Influencer Guidebook 2013. What makes an influencer?”, donde definen a la influencia como “la habilidad para causar o contribuir a un cambio de opinión o comportamiento”. Es por eso que muchas empresas utilizan a estas personas en sus proyectos de publicidad, porque hacen a las personas decidir hacer algo.
Una muestra palpable y directa de esta influencia es el tiroteo a manos de Kyle Rittenhouse, 25 de agosto del 2020. El un joven de 17 años que le quitó la vida a dos hombres en una protesta en Kenosha, Wisconsin, impulsada por el asesinato de Jacob Blake, un joven negro, a manos de un policía.
El mismo día en que Rittenhouse asesinó a estos hombres, el ex concejal de Kenosha, Kevin Mathewson, había publicado un mensaje en el grupo de Facebook “Guardias de Kenosha” un llamando a la defensa de su ciudad a “patriotas dispuestos a tomar armas y defender Kenosha”. También, el movimiento de evento “Ciudadanos armados para proteger nuestras vidas y propiedades” fue compartido por InfoWars, un programa ultraconservador y conocido por ser controversial y esparcir desinformación acerca de la coyuntura política y social de Estados Unidos.
Ese mismo día, Rittenhouse tomó sus armas y arremetió contra las personas protestando por la vida de otro hombre negro víctima del racismo. Rittenhouse alegó estar defendiendo a su ciudad y ayudando a los policías controlando la zona. Muchos apoyaron la idea abiertamente de que él haya hecho lo que hizo. Incluso, publicaba orgullosamente fotos con sus armas en sus redes sociales, sintiéndose respaldado por las personas que apoyaban el movimiento de Blue Lives Matter, y que llamaban a las armas para proteger ante las protestas que demandaban justicia.
La publicación de un exconcejal y exlíder político como Kevin Mathewson, un programa grande como el de Infowars y los grupos de Facebook con el propósito de que los ciudadanos tomaran armas es una señal importante de lo que personas con esta habilidad de influenciar pueden hacer posible, y convertir este discurso en actos de verdad, en la vida real. Nosotros no somos ajenos a esta influencia; todos somos susceptibles a ella, de diferentes maneras.
En este momento, la influencia deja de ser una habilidad para convertirse en un poder, y es peligroso. La desinformación y los mensajes de odio están a nuestro alrededor, y la verdad, poco se puede hacer para cambiar la opinión de los demás y lo que las personas con millones de seguidores pueden decir o transmitir en sus redes sociales.
¿Qué hacemos nosotros como usuarios de estas redes? Es bueno usar las herramientas de denuncias cuando veamos una publicación perjudicial o que pueda causar desinformación, además de examinar lo que nosotros compartimos y que desde nuestro espacio no vengan discurso de odio o mensajes nocivos y afectar el bienestar de los demás. El cambio debe empezar desde nosotros, para sociedades más tolerantes.
Licenciatura en Ciencias Jurídicas
Club de Opinión Política Estudiantil (COPE)