Por Actualmente se habla de una posible recesión técnica en la que nuestro país amigo Estados Unidos posiblemente atraviese, lo cual debe hacernos reflexionar y comprender lo que puede de una manera directa o indirecta afectarnos en El Salvador, en las distintas actividades económicas que se ven vulnerables ante una posible depresión que, si bien es cierto puede ser pasajera, no se tiene certeza de que así será o puede durar mucho tiempo.
Por ello, es necesario conocer qué significa el término recesión para comprender al momento de abordar información al respecto. La RAE lo define como la depresión de las actividades económicas en general, que tiende a ser pasajera. Esto quiere decir que es una etapa en donde la actividad económica se ve afectada reduciéndose la misma, disminuyendo el consumo e inversión, además de aumentar los niveles de desempleo. Sumado a lo anterior, el incremento de precios a productos de uso básico, materia prima, inmuebles, forman parte de esta etapa que previo a un espacio temporal de bonanza económica, las personas pueden desmedirse en las adquisiciones de bienes y servicios que más adelante se vuelvan insostenibles mantenerlos, provocando el impacto recesivo en la economía.
En el caso de EE.UU., la inversión empresarial, el mercado inmobiliario y la construcción cayeron, el gasto de los consumidores se desaceleró y los ingresos bajaron (ajustados por inflación), según los datos publicados por el Departamento de Comercio estadounidense. Esto quiere decir que ante este tipo de situaciones surge la necesidad de implementar acciones (políticas publicas de naturaleza fiscal, monetaria y comercial) que ayuden a corregir gradualmente y equilibrar la economía de país.
Con respecto a las personas y su día a día, lo que mencionan los distintos especialistas es que la recesión no debe necesariamente generar un pánico inmediato en nosotros, sino que nos debe instar a prepararnos para recibirla en el momento que ocurra. Lo anterior nos invita a tomar ciertas consideraciones al respecto, como por ejemplo medir gastos y elaborar presupuestos, de tal forma de tener el detalle de ingresos y erogaciones que deben realizarse, identificando gastos innecesarios. Ahorrar lo más que se pueda, lo cual puede generarse gradualmente si se logran erradicar poco a poco los gastos innecesarios. Consolidar los préstamos, buscando manejar un tipo de interés fijo. Ahorro en la despensa del hogar, además del cuidado de nuestra salud mental para no caer en pánicos innecesarios, sino que sepamos de manera consciente cómo responder ante este tipo de adversidades.
Es incuestionable que, independientemente del impacto que pueda ocasionar una recesión en EE.UU., los países de la Latinoamérica y especialmente en el caso de El Salvador, generará un impacto a nivel comercial que no deja de ser importante, afectando el comercio exterior, las exportaciones de bienes y servicios que se remiten al país anglosajón, mermando una importante cuantía en los ingresos, lo cual generará sin duda un espacio temporal de “vacas flacas” para lo que deberemos ser resilientes y atender las consideraciones respectivas para salir adelante mientras esta fase temporal llega a su fin y esta potencia mundial pueda nuevamente equilibrar su economía para continuar siendo referente y potencial a nivel global.
Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas
Decano de la Universidad Nueva San Salvador