Las ciencias de la conducta la integran una serie relativamente amplia de disciplinas en las que la Psiquiatría y la Psicología son simplemente dos de ellas. La conducta humana puede ser estudiada desde diferentes perspectivas. Se puede analizar por ejemplo la conducta de grupos, así como la conducta individual. Se puede investigar las alteraciones de la conducta desde una perspectiva médica, lo que hace la Psiquiatría. Se puede comparar la conducta humana con la de los animales y así entender mejor nuestras propias características. Se pueden estudiar elementos concretos, por ejemplo, la conducta criminal. Existen, pues, múltiples áreas, que, a pesar de ser diferentes, se ayudan y complementan unas a otras. El fin es intentar comprendernos mejor a nosotros mismos.
La Psiquiatría estudia las enfermedades mentales con el fin de aliviarlas o curarlas. Pero no se limita a eso. Con el desarrollo de las otras áreas de las que se ha hecho mención y con los avances de las otras áreas médicas intenta también comprender algunos fenómenos conductuales que, sin ser enfermedades propiamente dichas, afectan el bienestar social y la sana convivencia.
Los psiquiatras siempre hemos estado interesados en comprender fenómenos sociales, aunque éstos nos sean nuestro principal campo de acción. El comprender qué es lo que sucede en la mente de una persona con esquizofrenia, conocer las alteraciones que producen los síntomas y alterar su curso por medios farmacológicos y así brindar alivio reviste un gran interés, pero también reviste interés el porqué de ciertas actitudes que se desarrollan en los grupos y en los individuos.
Los seres humanos somos animales sociales, vivimos en comunidades y enfrentamos la lucha por la supervivencia de forma común, esto es colaborando unos con otros. Del buen funcionamiento de esta interacción, de esta colaboración, depende nuestro bienestar y supervivencia. Si el interés por el prójimo es tan característico y crucial para el ser humano, uno se pregunta porqué hay algunas sociedades que lo pierden.
¿Qué hace que algunas sociedades que antes se caracterizaban la solidaridad y el altruismo vayan dejando estas características y valores a un lado y se conviertan en grupos humanos indiferentes al sufrimiento ajeno y egoístas? La respuesta es muy compleja y va desde lo filosófico a lo moral, pasando por supuesto por áreas como las ciencias de la conducta. Una hipótesis sólo abre paso a otras múltiples hipótesis. Para cualquiera que indague sobre esto corre el riesgo de perderse en el espeso bosque de las posibilidades. Pero el sólo hecho de detectar el problema ya es un avance.
Si queremos una mejor sociedad, una en la que nos sintamos orgullosos de pertenecer debemos comenzar por vernos con una actitud autocrítica. ¿Nos gusta la sociedad en la que vivimos? ¿Está todo bien? ¿Qué quisiéramos que fuera diferente? Por mi parte cambiaría muchas cosas. El inicio de la solución a un problema es detectarlo y darlo a conocer. El pesimismo y el conformismo son defectos que deben superarse.
Es cierto que los problemas que tenemos son profundos y que su solución no es fácil. Un cambio de actitud no va a resolver problemas graves de forma automática, pero es el paso inicial para otros cambios. El hecho de que la mayoría de los jóvenes quiera migrar es un síntoma preocupante, que indica que se tiene que actuar. Ojalá haya cada día más personas que entiendan esto.
Médico Psiquiatra.