Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER Donald Trump|Miss Universo|Diáspora salvadoreña|Pensiones|Torneo Apertura 2024

La base de un buen docente

Ser catedrático es una de las responsabilidades más significativas de una sociedad. La solidez comprobada tanto moral como académica de un profesor es su más trascendente hazaña. Más allá de su marca personal, es la esencia que le permitirá formar con impacto histórico en cada una de sus materias a cuanto alumno pase por sus aulas.

Por Eleonora Escalante

Una educación de calidad de primer nivel solamente puede adquirirse en aquellas instituciones que han comprendido cuán importante es elevar constantemente el grado de conocimiento y reflexión de sus maestros. Para que esto sea posible, los profesores tienen obligadamente que dedicarse a tiempo completo a su labor docente, ya que maestros por hora que trabajan externamente en empleos fuera de la universidad nunca podrán dedicarle el tiempo requerido y personalizado a los alumnos y a la investigación académica. En el caso de la educación superior, una universidad que no goza de al menos el 80% de sus docentes contratados a tiempo pleno y deja la responsabilidad de instrucción en profesores externos por hora, está invalidando su propuesta de valor como recinto de enseñanza. Por supuesto que la ilustración de profesionales experienciales practicantes externos es también necesaria, pero tiene que limitarse solamente al título de instructor visitante en la modalidad de conferencias prácticas adyacentes a la cátedra.

Las bases de un buen maestro apenas comienzan con su educación en la especialidad que enseña. Una licenciatura es solo el primer paso.  Se requiere al menos una maestría y también una formación adicional llamada doctorado o Ph.D. Además, los profesores (de todos los niveles, desde kindergarten hasta la educación superior universitaria), precisan continuas capacitaciones, no solo para actualizarse en contenidos de su materia, sino también asumen el compromiso de estudios perpetuos en temas relacionados a psicología, filosofía y pedagogía. El adiestramiento en el uso de las tecnologías es solo un pedacito muy pequeñito en la actualización docente, ya que lo más importante es que el maestro desarrolle todo su potencial y continuamente acreciente y difunda la aplicación de la metodología de DBR (Design-Based Research) en ejemplos, modelos y prototipos de sus contenidos con sus alumnos.

Una buena escuela requiere una infraestructura básica no solo para los alumnos, sino también para toda su planta docente. Contratar a un catedrático a tiempo completo obliga a ofrecer todos los insumos requeridos para su trabajo. No basta un cubículo diminuto de call-center, sino una oficina adecuada con luz natural, muy bien acondicionada, escritorio, silla ergonómica, libros de primera, y la tecnología requerida para su trabajo.

En relación con los salarios, no es posible que en nuestro país los maestros a tiempo completo en cualquier nivel ganen la tercera parte de lo que colecta un consultor recién graduado pagado por el gobierno actual. Es decir que cuando menos, los profesores a tiempo pleno deberían ganar un mínimo entre US$2,500 a los US$3,500 dólares al mes, dependiendo de su experiencia.

Ser catedrático es una de las responsabilidades más significativas de una sociedad. La solidez comprobada tanto moral como académica de un profesor es su más trascendente hazaña. Más allá de su marca personal, es la esencia que le permitirá formar con impacto histórico en cada una de sus materias a cuanto alumno pase por sus aulas. De allí que la educación presencial sea tan fundamental. Nunca se va a comparar una clase virtual vía llamada-conferencia a una buena clase presencial. Una buena educación desde las aulas, donde el componente espiritual de la comparecencia del maestro debería dejar huella para cada generación y las que vienen.

El brillo y la decencia de cada sociedad depende de su educación. El patrimonio educativo debería ser el tesoro más prestigioso en el cual se debe invertir fuertes cantidades de recursos económicos. Todo el engranaje de los pueblos debería girar alrededor de la calidad de sus escuelas y universidades, fielmente representada en sus maestros como su más poderoso estandarte.

CEO-Founder
Eleonora Escalante Strategy Studio
Corporate Strategy Reflections, Arts & Publishing

KEYWORDS

Educación Opinión Profesores

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad