Por Los negocios pequeños y medianos no tienen idea de que El Salvador es actualmente el país centroamericano con más celulares activos por persona. En el país, hay más de 10,900,000 (diez millones novecientos mil) celulares activos, y la mayoría cuenta con acceso a internet, lo que representa una gran oportunidad para crecer en ventas aprovechando el internet.
Lo que me sorprende que solo el 16% de las micro y pequeñas empresas cuenten con páginas web, muchas de ellas desactualizadas y sin integrar herramientas importantes como catálogos en línea, cotizaciones, venta en línea, recaudar bases de datos de clientes, hacer transferencias bancarias o facturación electrónica; esta última será obligatoria para las empresas formales a partir de 2025.
Esta situación limita su capacidad de aprovechar plenamente la creciente demanda en el mercado digital y de alcanzar a los clientes más conectados. La falta de una cultura de comercialización electrónica no solo pone en desventaja a las empresas, sino que también reduce su competitividad y las expone a la pérdida de clientes, quienes podrían optar por negocios que ofrezcan servicios innovadores y adaptados a las nuevas exigencias del mercado.
El comercio electrónico en nuestro país ya sea para pequeños o medianos negocios, no solo representa un reto, sino una obligación para garantizar su crecimiento y ofrecer una mejor atención a sus clientes.
Lo sorprendente es que, en El Salvador, aún hay personas que no perciben esta necesidad. Un buen amigo me comentó que no considera necesario implementar comercio electrónico en su empresa, porque ya tiene la clientela que puede atender y no necesita más. Esto me recordó un artículo que escribí el año pasado, donde relaté la anécdota de un comerciante cuyo hijo, graduado del INCAE con una maestría en negocios, le sugirió poner un letrero para promocionar su hielería en el Puerto de La Libertad. El padre respondió que no era buena idea, ya que más gente sabría que tenía una hielería y podrían pensar que le iba bien.
"¿Y para qué?", me preguntó mi amigo.
Muchos empresarios en nuestro país, como él, se sienten cómodos con su situación actual. Prefieren mantener los métodos tradicionales para manejar sus relaciones con empleados, inventarios y clientes, confiando en los buenos resultados obtenidos hasta ahora. Sin embargo, ¿qué sucede cuando surge una empresa con una visión más agresiva? Una empresa que no solo atienda a sus propios clientes, sino que atraiga también a los de otros negocios, ofreciendo servicios innovadores como plataformas de comercio electrónico, expandiéndose a áreas desatendidas en el mercado.
Hoy en El Salvador cada vez más micro, pequeñas y medianas empresas están superando las barreras tradicionales hacia la digitalización. Los avances tecnológicos actuales han facilitado soluciones rápidas y accesibles para implementar estrategias de comercialización en línea y acceder a recursos financieros que permiten invertir en tecnología, logrando resultados inmediatos.
En nuestra sociedad, los negocios ya no pueden limitarse a tener una página web básica. La digitalización avanza a pasos agigantados, y el comercio electrónico requiere decisiones estratégicas que han dejado de ser opcionales para convertirse en indispensables. Contar con una plataforma de comercio electrónico es esencial para cualquier empresa, independientemente de su tamaño o nivel de facturación.
Tener presencia comercial en línea brinda beneficios inmediatos, mejora la visibilidad, refuerza la competitividad y abre nuevas oportunidades de crecimiento. Uno de los mayores beneficios del comercio electrónico es la visibilidad y credibilidad que ofrece. Estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, tanto para clientes locales como de la región, lo cual es se suma importancia.
Además, una presencia en línea proyecta profesionalismo, fomenta la confianza del consumidor y posiciona a las empresas como opciones confiables en un mercado cada vez más competitivo.
Mi amigo, ¿Para qué?
Muy sencillo, para vender más, maje.
McCoy College of Business
Texas State University