Planificar es un arte… se trata de un proceso sistemático para pensar y trabajar en el futuro. Cuando tenía a cargo la cátedra de planificación educativa en la Maestría de Evaluación y políticas públicas de la UCA, siempre iniciaba con el texto de Lewis Carroll: “¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?- preguntó Alicia.
- Eso depende mucho de adónde quieres ir -respondió el Gato.
- Poco me preocupa dónde ir -respondió Alicia.
– Entonces, poco importa el camino que tomes -replicó el Gato”.
La primera convicción de un plan es tener claro el destino, la meta, lo que se desea cambiar; luego se establece la métrica, los datos, indicadores; y finalmente, los recursos, el presupuesto y los roles de los ejecutores. Se trata de contar con un mapa y con una brújula para llegar a un destino.
Observando todo lo que está sucediendo en el país, nos preguntamos: ¿En cuál fase del Plan Control Territorial nos encontramos?, e incluso ¿era parte del Plan Control Territorial el Estado de Excepción?
En una nota de prensa del Ministerio de seguridad se afirma que las tres primeras fases eran: Preparación, Oportunidades, Modernización…
20 de junio de 2019 se dio inicio al Plan Control Territorial; financiado en US$ 575.2 millones de dólares. El plan contaría con tres áreas: control de los centros penales, interrupción del financiamiento al crimen organizado y el fortalecimiento de los cuerpos de seguridad; además, el plan se desarrollaría en siete Fases; de la fase I no se supo mucho; de las fases II y III tenemos la crisis de la Asamblea Legislativa, cuando se militarizó el 9 de febrero de 2020, dado que los diputados no aprobaban los fondos. La fase IV lanzada el 19 de junio de 2021 fue el anunció que se buscaría llegar a 40,000 militares; en el lanzamiento de esta fase se presentaron los 1,000 nuevos soldados alistado quienes habían recibido 15 semanas de adiestramiento; ¿suficiente para intervenir en seguridad ciudadana?, ¿por qué soldados y no policías?.
Mientras los homicidios seguían bajando, a promedios diarios de 3.1, varios trabajos periodísticos señalaban que esto era producto de una negociación. Luego sucedió el episodio de los días 25 y 27 de marzo en dónde se llegó a 62 homicidios; e inmediatamente la respuesta del “Estado de Excepción”.
Desde el punto de vista matemático y estadístico, la lectura de tendencias, nos indica que es imposible que fenómenos sociales puedan moverse de 3 a 62 registros en determinada condición demográfica. Hay un vector interviniente…
En el mundo de las ciencias, la probabilidad de un suceso sólo se define para el caso de hechos aleatorios; todo el cálculo de probabilidades y, con él, toda la estadística se basan en tres propiedades que se asignan a las probabilidades, que se llaman axiomas de Kolmogorov.
Si realizamos un experimento siempre a de suceder alguna cosa. Esta propiedad se expresa como que la probabilidad de un suceso cierto es igual a uno. Si “S” tiene un único elemento ése es un suceso cierto. Como consecuencia, siguiendo el razonamiento anterior, la probabilidad de que no ocurra nada, lo cual es imposible, o en notación de conjuntos la probabilidad del conjunto vacío (F) es cero. P(F) = 0. Se llama suceso imposible a aquel cuya probabilidad vale cero.
En este sentido, para que la tasa de homicidios haya subido de 3 a 62 es imposible que sólo haya ocurrido por circunstancias aleatorias.
También es extraño que si el Plan Control Territorial estaba basado en los pilares “Preparación, Oportunidades y Modernización”, de repente se despliegue el Estado de Excepción y la suspensión de garantías y se comiencen a realizar capturas masivas. Sí así hubiese iniciado el plan otra cosa sería. Llama la atención la efectividad de la captura selectiva de pandilleros, lo cual indica que las autoridades sabían por los servicios de inteligencia dónde estaban ubicados, ¿por qué no los capturaron antes de los 62 homicidios?
Ante la misteriosa alza de homicidios de finales de marzo el Estado respondió de modo contundente; muchos celebraron y algunos fueron víctimas de capturas injustificadas. ¿Por qué no sucedió esto antes?; seguramente no era parte del plan…
En planificación estratégica, además del curso pensado y ordenado con prospectiva, existe un espacio para la incertidumbre; aquí el planificador debe establecer acciones contingentes ante fallas, problemas o eventos fuera de control de la organización.
En salud, educación y seguridad, a nivel de políticas públicas se deben planificar con visión de largo plazo; los modelos de planificación de gobierno cortoplacistas no suelen funcionar bien y ya hay suficiente evidencia.
Existen complejos entramados culturales arraigados en situaciones difíciles de exclusión y pobreza; una escolaridad baja, las pandillas o la falta de controles neonatales no se resuelven en cinco años. Cambiar estas condiciones estructurales implica modificar los patrones estructurantes que lo han ocasionado.
En el caso de seguridad, las pandillas nacen como una respuesta de supervivencia en Estados Unidos; se movilizan e instalan en comunidades pobres y excluidas como mecanismos perversos protectores; y luego se incorporan en maquinarias sofisticadas del crimen organizado. Revertir esto, implica comprenderlo y actuar sistemáticamente con un conjunto de políticas públicas de seguridad, acompañadas con educación, oportunidades y creación de ambientes favorables para la convivencia. Así me imaginaba el plan…
Investigador Educativo/opicardo@asu.edu