Parte 2
En la parte primera manifestamos que pareciera que el presidente Bukele este “matando el chucho a tiempo”. Que el brote de asesinatos y la declaración del Estado de Excepción se da cuándo una crisis económica-financiera-política-social, causada por el cúmulo de desaciertos de su gobierno: el endeudamiento del país; la inexistencia de más préstamos de los bancos internacionales; la destrucción del agro por favorecer la importación de granos y lácteos; el mal gasto en proyectos sin perspectivas (como Bitcoin City o la Chivo Wallet); el fracaso del bono bitcoin —¿quién se va arriesgar a invertir en un bono cuya moneda está siendo cuestionada por el Congreso de los EEUU?—; el aislamiento internacional casi total de su gobierno (producto de la falta de manejo diplomático con los EE.UU. y la Unión Europea), la reciente reacción inmadura del presidente, incluso con insultos a senadores, cuando la investigación sobre el Bitcoin pasó al Comité de Relaciones exteriores del Senado de EE.UU. y fue enviada a ambas cámaras para su aprobación...
Hicimos ver cómo, de acuerdo con el tanque de pensamiento Global Americans, El Salvador está emergiendo como un Estado-pandilla, en el cual “el crimen organizado y el régimen autoritario van de la mano”, y lo acusan de haber hecho un pacto de gobernanza con las pandillas y convertido a su administración en un gobierno-pandilla que amenaza en convertir al país en un Estado-pandilla (“Gang State”).
Pareciera haber llegado la hora de que “la cola mueva al perro”, de distraer al pueblo de la crisis político-económica-financiera-social que acecha a Bukele. Recuerden la película de Hollywood “Wag the Dog”, en la cual se inventa una guerra para distraer la opinión pública de un escándalo presidencial.
Bukele no sabe cómo enfrentar la situación compleja en que se ha auto-sumergido, producto de su incapacidad para gobernar el país hacia una senda de progreso y estabilidad. Por otro lado, no sabe y/o es incapaz de retractarse y rectificar. ¿Qué más queda? ¡Practicar una política verdaderamente siniestra! donde “la cola mueve al chucho” y se desata una ola de crimen, en muchos casos contra terceras personas no vinculadas con las pandillas, que le permite al gobierno declarar el Estado de Excepción.
El Estado de Excepción y ola de violencia bien pueden ser una maniobra de cuatro rieles que le permiten al presidente Bukele declarar el Estado de Excepción que le sirve para 1) lanzar una persecución de mareros que están fuera del pacto de gobernanza; 2) intervenir en la lucha entre pandillas; 3) infundir miedo en la prensa, la oposición y sociedad civil; y 4) una forma de distraer a la población del cúmulo de malas decisiones que ha tomado que se están convirtiendo en una crisis socio-político-económica y financiera. La expresión común entre la prensa, la oposición y sociedad civil es que la “situación está delicada”. Existe aprehensión incluso a hablar claro por teléfono.
El presidente y diputados de GANA y Nuevas Ideas han dicho que alguien tiene que estar provocando políticamente estos asesinatos, ¿A quien le puede convenir esta situación? Queda claro que el brote de crimen le ha caído al presidente Bukele como “agua bendita” para que la “cola mueva al chucho”.
“La guerra contra las pandillas se ha ejecutado a nivel nacional”, precisó el ministro de seguridad del gobierno. “A los pandilleros les toca el cementerio, cárcel o la cama de un hospital”. Esta parece ser una declaración de guerra y no una operación de seguridad.
La prensa latinoamericana ha reportado que el Estado de Excepción se ha aplicado principalmente contra la Mara Salvatrucha: De acuerdo el periódico El Comercio de Perú, “Las detenciones de supuestos líderes (pandilleros son) principalmente de la MS13”. La Prensa de Guatemala, citando a La Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador informó sobre la detención de supuestos líderes de la Mara Salvatrucha (MS13) señalados de “ordenar” la escalada de asesinatos que vive el país. El noticiero NTN24 América Latina escribió “El Salvador bajo régimen de excepción: Nayib Bukele busca frenar la peligrosa pandilla Mara Salvatrucha”. Por otro lado, de acuerdo con Global Americans, el presidente Bukele, cuando era alcalde de San Salvador, hizo un trato con la pandilla Barrio 18 (Revolucionarios). ¿Está el gobierno tomando lado con una de las fracciones de Barrio 18 e involucrado en la guerra entre pandillas?
El 24 de marzo, fecha que fue asesinado Monseñor Romero, el Diario Oficial anunció el Estado de Excepción, dos días antes de que se diera la ola de crímenes y que la Asamblea obedeciera al presidente. Queda demostrado que todo esto estaba preparado de antemano, “cocinado”, como se dice en El Salvador. No han sabido coordinar el tiempo y ellos mismos se autodelatan.
El texto publicado por Bukele en Twitter, dentro del marco de la declaración del Estado de Excepción, es una letanía de justificaciones (excusas) ante una crisis económico-social que se avecina, y no una estrategia para combatir el brote de violencia. Esta lista de quejas es una recopilación/aceptación de sus fracasos y errores. En este texto, además, se autodenominaba como “ungido por Dios” para salvar el país. Esta declaración, destinada a buscar apoyo en una población religiosa, anuncia un paso hacia su propósito de instalar un gobierno fascista, un gobierno-pandilla, en El Salvador. En su mensaje a los pandilleros, se refiere a ellos como “Homeboys”, utilizando un lenguaje propio de un pandillero. Además, les dijo que “después no se quejen”, ¿existe entonces canales de quejas de los pandilleros con el gobierno, algo así como las quejas del consumir?
El gobierno ya tiene suficientes herramientas para combatir el crimen, principalmente la declaración de las pandillas como terroristas, que le dan una gran laxitud para detener pandilleros. Además, las detenciones y anillos perimetrales se han realizado en lugares focalizados y no a través de todo el país. El Estado de Excepción bien pudo haber sido focalizado en las zonas donde se ha desatado el brote de crimen o zonas que están bajo el control pandilleril. ¿Por qué declarar un Estado de Excepción nacional? ¿Piensa utilizar el Estado de Excepción para arreciar contra la oposición política y la sociedad civil? ¿Y qué paso con el famoso control territorial, si las pandillas pueden actuar a su antojo? Y peor aún en complicidad con el gobierno como sospechan muchos dentro y fuera de El Salvador.
Para enfrentar a las pandillas no se necesita un Estado de Excepción, sino sabiduría, habilidades táctica y estratégica, y disposición de Estado, capacidades que no se tienen en el actual gobierno.
¿VENDRÁN MÁS ARRESTOS DE LA SOCIEDAD CIVIL Y VIOLACIONES AL ESTADO DE DERECHO?
Bukele, voceros de Nuevas Ideas y GANA, ya han levantado el espectro de acusar a la oposición política de estar detrás de la ola de crímenes, principalmente a aquellos que se manifiestan en contra el Estado de Excepción, o de estar apoyando o haciéndole el juego a las pandillas. De hecho, ya se han dado acusaciones contra ARENA y al FMLN, partidos sin ninguna influencia política, cuando en realidad, todo bien puede ser una movida político-pandillera de “matar el chucho a tiempo” de que “la cola mueva al chucho”. No sería extraño si atacan la libertad de prensa y el derecho a protestar. Ya de antemano hay que denunciar nacional e internacionalmente que no se van a permitir arrestos de la sociedad civil y violaciones al estado de derecho.
En su cuenta de Twitter, el presidente Bukele escribió que los detenidos no serían liberados. “No creas que van a ser puestos en libertad”.
¿Qué pasa con todos aquellos que han sido detenidos sin ser miembros de las pandillas? El sábado 26 de marzo la PNC público un Twitter con la siguiente nota: “Capturamos en Santa Tecla a dos pandilleros y un menor de edad”. Se trata de un futbolista de un equipo de Quezaltepeque y sus dos tíos, quienes venían de practicar fútbol.
¿Cómo es posible haber detenido en pocos días más de 5000 pandilleros sin tener información de antemano? Si tenían información y listas de pandilleros, ¿por qué no los habían detenidos antes? La PNC en un Twitter manifestó haber detenido un homicida. Si este hombre en realidad es homicida, perfecto. ¿Pero, si sabían sobre él, porque no lo habían detenido antes? ¿Será que entonces se encontraba protegido por el pacto entre el gobierno y las pandillas? ¿Cuántos de los detenidos son detenciones aleatorias como es el caso del futbolista y sus tíos?
En Washington DC, la organización Human Rights Watch alertó que el amplio estado de emergencia adoptado en El Salvador, en nombre de la seguridad, suspende una serie de derechos básicos, abriendo la puerta a los abusos. Tamara Taraciuk Broner, directora interina para las Américas de Human Rights Watch, manifestó: “El gobierno del presidente Bukele debe tomar medidas serias y respetuosas de los derechos para abordar la atroz violencia de las pandillas en El Salvador. En lugar de proteger a los salvadoreños, este amplio estado de emergencia es una receta para un desastre que pone en riesgo sus derechos”. Además, dijo Taraciuk, “La estrategia del gobierno de Bukele parece ser ‘primero arrestar, luego tuitear y luego investigar”.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés) ha denunciado que el estado de emergencia decretado en El Salvador no se apega a los estándares internacionales de derechos humanos que el país se ha comprometido a respetar.
Cierro este artículo con un mensaje que he recibido de una persona de Olocuilta. “Solo nos dejan salir una vez por día, si un familiar nos quiere visitar no la dejan entrar,aunque les informemos que la persona es familiar. (Algunos) de los videos que están presentando son de personas que ya están presas, así sacan un hombre armado, que es de la ‘Iberia’, en un basurero. Ese hombre está preso desde 2016”. Pareciera que la represión desatada es parte de un show mediático para ganar simpatía dentro la población no directamente afectada. Si es así,las pandillas continuarán operando con impunidad y saldrán fortalecidas del Estado del Excepción. De hecho, no obstante, el Estado de Excepción el poder de las pandillas continúa siendo ubicuo, las rentas continúan. Los abusos de los mareros en las cárceles y en las vías públicas, parecen ser propaganda-violenta para ganar adeptos ante una población hastiada de las pandillas.
Es necesario derrotar políticamente este gobierno-pandilla antes que el país se convierta en un Estado-pandilla como pronostica Global Americans.
Ingeniero-Científico salvadoreño-americano
Desde Washington, DC.