Interesado por el tema de la Minería, el disenso generado en nuestro país por revocar su prohibición y las experiencias que viven las comunidades ante la destrucción del medio ambiente, una vez se ha establecido la autorización para que inicien la operación legal de extracción de materiales y minerales, encaminan a la explotación de los recursos en las comunidades, es claro que casi siempre son inminentes los incumplimientos y la generación de conflictos sociales.
Además las vulneraciones a los acuerdos establecidos que originan un detonante social por parte de las empresas mineras.
No muy lejos, en nuestro vecindario centroamericano, en específico en Nicaragua, en 2015, tres años antes de la encarnizada represión de Ortega a los jóvenes en su mayoría universitarios en las calles de Managua en abril de 2018 que dejó como saldo más de 400 muertos, en la famosa mina El Limón en el occidente del país (Maipalcillo en el Departamento de León) la comunidad se enardeció por el corte de energía propiciado por la empresa minera B2Gold (de origen canadiense), que llegó también a cortar los servicios de agua e impedir que los alimentos ingresaran a la localidad en represalia ante las protestas.
En Nicaragua el brazo represor de Ortega (como asociado a la empresa minera), los cuerpos de seguridad, robustecieron la matonería y la intimidación de la empresa minera, lo que generó una cacería, enfrentamiento entre la comunidad y las autoridades, que entre nubes de gases lacrimógenos y lluvia de balas de goma dejaron muchos heridos. La prensa nicaragüense calificó al dictador Ortega "de ser un empleado a sueldo de las transnacionales mineras".
Cabe mencionar que Nicaragua es un país con una sólida tradición minera desde la fiebre del oro a mediados del siglo XIX, donde emergió el Triángulo Minero en la región Autónoma Atlántica Norte (R.A.A.N) la extracción y obtención del oro que llegando a su pico más alto en la década de los años 50 del Siglo XX, donde se posicionó Nicaragua en el decimocuarto productor mundial de oro.
Parte del malestar por parte de los sindicatos de la mina El Limón y la empresa canadiense fue el acoso y la persecución a los sindicatos y las capturas de trabajadores, así también como los participantes en las manifestaciones que generaron desórdenes en 2015.
La comunidad denunciaba falta de cumplimiento de los acuerdos por parte de la empresa minera y que destruían el medio ambiente y existía una evidente vinculación del Estado que tenía que ver a su vez o ser parte de los negocios extraccioncitas mineros.
Por otra parte , recientemente Ortega entregó una concesión minera a una empresa china más de 36,000 hectáreas en las zonas de Mulukuku Y Siuna , en la región Autónoma Atlántico Norte, resaltando un denominador muy característico en estas situaciones : la carencia de estudios de impacto ambiental.
Afectando y vulnerando a los pueblos indígenas oriundos de la zona como lo denuncio la Plataforma de los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Nicaragua (INANA-AIP), la región, exuberantemente selvática y con un gran potencial en biodiversidad.
Dichas comunidades indígenas denuncian la contaminación de sus recursos hídricos por parte de la actividad minera que se generaría. Además la denuncia de las empresas mineras chinas por la extracción del oro en la zona atlántica de Nicaragua con prácticas laborales cuestionables así como prácticas ambientales que dejan mucho que desear.
También les preocupa a estos pobladores el desplazamiento que estas empresas puedan llegar a originar. Incluso propiciar la migración cuando todo esté depredado y sus afluentes cargados de cianuro, mercurio, arsénico, etc.