Por No se confundan quienes piden la derogación de la ley de minería no es la oposición es el Pueblo, los ciudadanos trabajadores que tienen todo el derecho de defender la vida. Que quede claro esta no es una lucha de políticos.
En nuestro país hay una clara transgresión del derecho a la información, haciendo énfasis que el gobierno tiene la obligación de consultar a los salvadoreños que son los que saldríamos afectados por la ambición de una minoría. La población debe ser capaz de incidir en la toma de decisiones. Todo aquello que impide el acceso al agua de calidad por consecuencia irá en detrimento de la calidad de vida y la dignidad de la gente.
A pesar del enorme movimiento religioso social, ambiental que se opone rotundamente a la minería, el gobierno no quiere escuchar. La población pide que el territorio salvadoreño esté libre de minería, según una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop) revela que el 59 % de la población considera que El Salvador es un país inapropiado para la industria minera.
Las secuelas negativas de la minería metálica son verificables en las distintas dimensiones de la vida social, económica y ambiental. La utilización de agua en actividades mineras puede conducir a una disminución en la cantidad de agua disponible para el consumo humano, que de por sí es grave; no menos importante es el impacto ambiental que produce la minería como resultado de la contaminación de las fuentes de agua. La minería vuelve a los suelos no aptos para labores agrícolas afectando la seguridad alimentaria de las comunidades. Y es que, el hecho que los sedimentos se carguen de contaminantes químicos, particularmente de metales pesados, ocasionan una baja en el potencial de hidrógeno en los suelos al punto de causar la pérdida del hábitat y la vegetación. Es importante reconocer que el derecho al medio ambiente es una extensión del derecho a la vida. Por consecuencia el estado tiene la obligación de prevenir riesgos ambientales y no de crearlos.
Hasta el momento no existe certeza sobre beneficios económicos y sociales que provengan de la industria minera, pero sí hay indicios sólidos y verificables en lo que concierne a la vulnerabilidad de nuestro país, el estrés hídrico y los riesgos de diferentes enfermedades como las renales y pulmonares.
Es fundamental que este gobierno sepa escuchar a los diferentes sectores de la población e instituciones con posición en el tema, el deber del estado es priorizar los derechos humanos de los salvadoreños y tener presente que el verdadero desarrollo debe perseguir la mejora continua de las condiciones de vida de las personas, no únicamente el lucro económico, por lo que deben promoverse y fomentarse aquellos proyectos que potencien el desarrollo integral de El Salvador, sin poner en riesgo la seguridad y la vida de las personas.
Las minas de San Sebastián son un claro ejemplo del impacto de la explotación minera y recursos hídricos del pasado, hasta el día de hoy el agua presenta altos niveles de contaminación. Gracias a los numerosos estudios que se han realizado al respecto sabemos del enorme daño que causa la minería iniciando por los habitantes de la zona, donde se tienen testimonios de salvadoreños reales que indican el acceso limitado al agua, lo que ha lleva a la violación de varios de sus derechos humanos.
Estudios técnicos han revelado que la minería contamina el agua con cianuro, aluminio, cobre, hierro, entre otros, que afecta el cuerpo humano, los animales, las cosechas y el medio ambiente. Aunque las empresas mineras se vayan, los daños ambientales son irreversibles.
El alto costo que nos dejara la minería es únicamente destrucción a la biodiversidad, contaminación del agua, enfermedades y desplazamiento de la gente. La iglesia católica ha entregado 150 mil firmas de manera responsable con la vida de los salvadoreños. Es momento que el gobierno y sus funcionarios recapaciten y hagan lo correcto por el país.
Los salvadoreños estamos firmes en decir NO A LA MINERÍA Y SÍ A LA VIDA, y a quien corresponda ya no malgasten su tiempo creando cortinas de humo, no les funcionaran, la vida se defiende.
Ingeniera.