En la inauguración del periférico Gerardo Barrios en San Miguel, el presidente se lanzó con un largo discurso para anunciar su intención de derogar la ley que prohibe la minería metálica en el país. Para que los ciudadanos y las organizaciones nacionales e internacionales que rechazan esa decisión, se den cuenta de que Dios nos ha premiado con un tesoro bajo nuestro suelo, afirmó que según estudios iniciales, cuya autoría se desconoce, se han encontrado metales de la cuarta revolución industrial como litio, cobalto y níquel, que sirven para baterías para vehíclos eléctricos y almacenamiento de energía renovable. Tremenda cátedra que cito textualmente.
Hay tierras raras utilizadas para la electrónica avanzada, turbinas eólicas y motores de vehículos eléctricos; platino, paladio, iridio para producir hidrógeno y convertidores catalíticos; tántalo y titanio para hacer materiales con resistencia al calor, vital para aplicaciones aeroespaciales. Materiales para la quinta revolución industrial como galio y germanio para la electrónica de alta velocidad y chips de procesamiento de inteligencia artificial; nanomateriales de carbono para almacenamiento de energía de próxima generación y sensores avanzados; carburo de silicio para hacer semiconductores de alta eficiencia para sistemas inteligentes y escanio para hacer aleaciones ligeras para industria aeroespacial.
Una vez enumerados todos los elementos de la tabla periódica, que solo los muy entendidos pudieron comprender, el mandario se preguntó por qué somos el único país que prohíbe la minería metálica, mientras países grandes y pequeños la permiten, sin temor de que ocurran todas las catástrofes que según él, vaticinan las aves agoreras que están en contra del desarrollo del país que promueve el gobierno de NI, pues la cantidad potencial de oro encontrado es de $3 billones, aunque posteriormente se corrigió asegurando que son $3 trillones.
Sus ejemplos de países grandes como México, Canadá, Estados Unidos y de territorio pequeño como Qatar, que debe su riqueza a sus recursos petroleros y gas natural, y como Israel que cuenta con una gran extracción de minerales metálicos, a pesar de estar en una zona de conflicto “viven mejor que nosotros en cuanto a nivel económico”. Y Noruega que recién aprobó la extracción minera en el mar, y sus ciudadanos tienen una calidad de vida 50 veces mejor que la nuestra. Y ante los señalamientos de otros países que permiten la minería mecánica pero se oponen a que se desarrolle en El Salvador, él manifestó a sus representantes diplomáticos que no va a hacer lo que ellos dicen, sino hacer lo que ellos hacen.
Parece que su entusiasmo por las ventajas que las empresas interesadas y los futuros socios locales afines a NI, le hace olvidar las condiciones deplorables en que vive un enorme porcentaje de la población y que su gobierno no ha hecho nada para mejorarlas.
Los países mencionados que generan grandes riquezas, antes dedicaron miles de millones de dólares a la educación y a la salud. Allí no existe el analfabetismo, tienen altos niveles de educación primaria y universitaria, las escuelas están en óptimas condiciones, donde los niños sanos y bien alimentados estudian en un ambiente de alegría y responsabilidad. Donde el sistema de salud es óptimo, las pensiones permiten a los jubilados vivir tranquilos sus últimos años, y las empresas que se dedican a la explotación cumplen las condiciones que les exige la ley, especialmente el respeto al medio ambiente.
El Salvador carece de esas condiciones porque el gobierno desprecia la educación y la salud, y se niega a dar cuenta a los ciudadanos de la manera en que gasta los miles de millones que recibe en impuestos y el destino que da a los préstamos, declarando esa información en reserva. Que su desinterés por el medio ambiente se demuestra con la construcción de la CECOT y del futuro aeropuerto, en terrenos con serios señalamientos del Ministerio del Medio Ambiente como no aptos para dichas edificaciones. Cuando NI pueda afirmar que los salvadoreños tienen las mismas condiciones que esos países, donde se respeta la Constitución, hay separación de poderes, como lo exige una verdadera democracia, no habrá ningún problema para desarrollar la minería, de manera limpia y responsable.
Maestra.