"Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el acercamiento en la lucha por la justicia y la paz; y por la alegre celebración de la vida”, dice la Carta Mundial de la Tierra que se lanzó al mundo en el año 2000, pero que una comisión de personalidades mundiales había empezado a elaborar en 1997.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), tiene cuatro escenarios sobre lo que puede pasar con el calentamiento global que llama Trayectoria de Concentración Representativa (RCP - Representative Concentration Pathways). Cada uno calcula el cambio climático en función de la cantidad de gases de efecto invernadero que se emitirán en los años venideros, y a su costado va una cifra, 2.6, 4.5, 6.0 y 8.5 que indica el “forzamiento radiativo”, es decir, cualquier cambio en el calor (radiación) entrante o saliente del sistema climático.
El escenario RPC2.6 es el más benigno con un aumento de temperatura de entre 0.4°C y 1.6°C para el período 2046 – 2065, y de entre 0.3°C y 1.7°C en el período 2081 – 2100, con un aumento del nivel del mar, respectivamente, de 0.17cm a 0.32cm y de 0.22cm a 0.55cm. El escenario el RCP8.5 es el más extremo, llamado “Business as Usual”, es decir, como serían las cosas de seguir con más de lo mismo y no hacer nada, o muy poco, para combatir el cambio climático.
Bajo este escenario, la temperatura subiría entre 1.4°C y 2.6°C en el período 2046 –2065 y entre 2.6°C y 4.8°C en el período 2081 – 2100, con un aumento respectivo del nivel del mar de entre 0.22cm y 0.38cm y de 0.45cm y 0.82cm.
Un informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES), patrocinado por varias agencias de las Naciones Unidas, afirma que 75% de los ecosistemas terrestres y 66% de los marinos están “gravemente alterados”, hace hincapié en que la contaminación en los océanos afecta por lo menos a 267 especies, incluyendo 86% de las tortugas marinas, 44% de las aves marinas y 43% de los mamíferos marinos y concluye que, en general, 1 millón de especies de este planeta está en peligro de extinción. Se ha creado un sitio llamado Red List Index (RLI) que muestra la tendencia generalizada de la extinción de especies en el planeta.
Cada año se botan en los mares entre 300 y 400 millones de toneladas de basuras (plásticos, metales pesados, solventes, materias tóxicas, desechos industriales, etc.), que han creado 400 zonas muertas en los ecosistemas costeros del planeta. Estas zonas muertas tienen una extensión de aproximadamente 245,000 km2, es decir, como más o menos la suma de las extensiones de Honduras, Guatemala y Belice.
En los océanos, se han formado grandes islas de plásticos en los giros oceánicos. De acuerdo con GravityWave, la isla del Pacífico Norte, la más grande de todas, tiene una extensión de más o menos 1.8 millones de kilómetros cuadrados y contiene unos 80 millones de trozos de plásticos; la que se encuentra en el Océano Índico tiene una densidad de 10 mil residuos por kilómetro cuadrado; la del Atlántico Norte tiene la mayor densidad de residuos; y también hay islas en el Pacífico Sur y en el Atlántico Sur. Se calcula que 20% de esos plásticos provienen de plataformas de petróleo y barcos y que 80% llega desde la tierra, principalmente por las desembocaduras de los ríos.
El ingreso de plásticos y su transmisión en la cadena de la vida es extremadamente preocupante. El clima y las corrientes deterioran muchos plásticos convirtiéndolos en pequeñas partículas, llamadas micro plásticos. Un estudio de Fronteirs in Marine Science publicado en marzo de 2021,concluye que 61.6% de los peces en Australia había tragado micro plásticos y que 35.3% lo había hecho en Fiji.
El plástico también es un problema para pingüinos, ballenas, delfines, focas y todo tipo de aves marinas. Cada año, 1 millón de aves y 400 mil animales marinos mueren por tragar plásticos. Bolsas plásticas se ha encontrado en los estómagos peces, albatros, tortugas, pero muchos han muerto también por enredarse en el plástico y en las redes de pesca abandonadas. En 2021, National Geographic informó sobre la muerte de un ballenato de 4.69 metros por haber ingerido 40 kilos de plástico. Otro problema lo representa el mercurio, y sobre todo su derivado el metilmercurio, que se vierte en los océanos y que se transmite, por ejemplo, al atún.
Los micro plásticos son también una amenaza para los humanos. En un artículo de junio de 2019, NationalGeographic cita un estudio de la revista EnvironmentalScience and Technology que dice que es posible que los humanos estén consumiendo entre 39,000 y 52,000 partículas de micro plásticos por año, que al sumarle lo quese respirara sube a más 74,000 partículas. En un artículo de Business Insider de abril de 2022, se habla de entre 74,000 y 121,000 partículas por año, y en otro artículo, también de Business Insider y también del mismo mes de abril de 2022, se dice que los humanos están consumiendo unos 5 gramos de plástico por semana, lo que equivale a comerse una tarjeta de crédito.
Ex Embajador de El Salvador en Francia y Colombia, ex Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argelia, Colombia, Tayikistán y Francia, y ex Representante adjunto en Turquía, Yibuti, Egipto y México.