El pasado 23 de marzo fue el “Día Mundial del Agua”, según lo declaró la UNESCO desde 1993. El agua es indispensable para todos los seres del reino vegetal y animal, incluyéndonos los humanos, que debido al crecimiento poblacional desmesurado, ya pasamos de ocho mil millones, y así como crece la población, crece el requerimiento del agua en todos los países.
Los del primer mundo lo están resolviendo mejor que los subdesarrollados y aunque, desde hace muchos años construyeron suficientes reservorios, no se libran de las sequías.
Revisando los temas que la UNESCO focalizó desde 2015, todos nos incumben, a nivel familiar en nuestras casas, en las empresas y la Administración.
El 2015 la visión fue: Agua y Desarrollo Sostenible. El 2016, El agua y el empleo. El 2017: ¿Por qué desperdiciar agua? El 2018: La respuesta está en la naturaleza. El 2019: No dejar a nadie atrás.El 2020: Agua y cambio climático. El 2021: “Valoremos el agua. El 2022: Aguas subterráneas: hacer visible lo invisible.El 2023: Acelerar el cambioy este 2024: Aprovechar el agua para la paz.
Dios quiera que en los próximos conflictos no sea el agua el motivo, pues hay países con inmensas reservas de agua y otros con menos…
Me llegó una viñeta con un gran mensaje: Dos extraterrestres que aterrizaron con su platillo volador en la tierra, viendo el suelo seco, con grandes grietas y ningún ser viviente, le preguntó uno al otro. ¿Qué habrá pasado en este planeta? El otro pensativo respondió: “Los habitantes creyeron, que el petróleo era más importante que el agua”. ¿Se imagina esa situación? Yo sin ser pesimista, sí me la imagino, al ver que siendo nuestro país bendito por las lluvias, los millones de metros cúbicos que nos caen gratis del cielo, tal como vienen se van, por falta de reservorios, y también cuando veo nuestros ríos con tan poca agua e incluso secos.
Pero, pensando en nosotros… ¿Sabe que entre el 50% y el 70% de nuestro peso es agua, y que siendo tan importante para nuestra supervivencia, parece no ser uno de los asuntos más importantes? Sin embargo, los negocios y las facturas del agua siguen creciendo.
El agua siempre será indispensable para la supervivencia como alimento, e indirecto mediante la agricultura. Desde hace cientos de años existe, el “Tribunal de las Aguas”, que se reúne diariamente a las 12.00 debajo de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, para dirimir y juzgar de forma verbal e inmediata, pues el agua no puede esperar, sobre los conflictos entre los agricultores relacionados con la distribución del agua, de las siete acequias que emanan del río Júcar, con las que se riegan los extensos naranjales.
En todos los países existen organizaciones y leyes que administran el agua, que como el aire es un bien natural de la humanidad, al que todos tenemos derecho, pero si tenemos que pagar el transporte, desde las fuentes hasta nuestros hogares y las empresas que la tratan y los precios, como en todo, siguen creciendo.
Hace tiempo escribí, sobre la “Huella hídrica”, para la gestión del agua, pensando en la sostenibilidad ambiental, como forma de convivir en equilibrio con nuestro entorno y prevenir la escasez, y complementariamente, la sustentabilidad, como el talento para seguir prosperando y protegiendo los ecosistemas, principalmente las fuentes de agua, para una calidad de vida aceptable.
La norma internacional ISO 14046:2014 sirve para determinar y calcular la huella hídrica de los productos y los servicios. Y la norma internacional ISO 46000:2019, para la Gestión del Agua e implantar una cultura de utilización eficaz y eficiente del agua. ¿En su casa cuidan el agua? ¿Y en su empresa la reciclan?
Ingeniero / pedroroque.net
Todo es más fácil y más sencillo con sentido común.