Por “El mundo es un lugar peligroso, no por aquellos que hacen el mal sino por aquellos que no hacen nada para evitarlo”, dijo Albert Einstein hace muchos años, confirmando una verdad que es tan antigua como la vida misma.
El daño que se está haciendo a la Tierra por la contaminación ha hecho que el aire en muchos lugares ya sea irrespirable y que el agua sea imbebible, escasa e incapaz de sostener la vida. Además, la deforestación intensiva, el incendio intencional de bosques para urbanizar la tierra o convertirla en pastizales, la degradación de los suelos, la minería ilegal, la contaminación de los mares y la pesca excesiva, entre muchos otros, ha llevado ya a la extinción de muchas especies y la lista de las que están amenazadas es larga, muy larga. Y como todo está encadenado, todo tiene consecuencias en la vida que va quedando en el planeta.
Los escépticos y negacionistas del cambio climático argumentan que la ciencia de la medición del clima es demasiado reciente como para llegar a conclusiones sólidas,y que todo esto se está confundiendo con los ciclos naturales del clima en la tierra. He aquí algunos métodos que usan los científicos para estudiar la historia del clima y remontar en el tiempo:
➢ La corteza de los árboles, pues en el anillo que les crece cada año hay información sobre las condiciones medioambientales de ese año.
➢ Los corales en los mares y las estalactitas y estalagmitas en las cuevas almacenan información sobre el medioambiente en la medida que van creciendo.
➢ Las burbujas de aire en el hielo de la Antártida permiten remontar 800 mil años en el tiempo, y para esto los científicos, en 2014, perforaron la capa polar hasta 3200 metros de profundidad; ahora lo están haciendo para llegar aún más abajo
➢ Los flotadores ARGO, un proyecto del Atlantic Oceanographic and Metereological Laboratory, el laboratorio de investigación de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), que empezó en 1998 y que en 2007 llegó a tener 3000, pero se ha ampliado significativamente, pues ahora participan 34 países y hay más de 15,000 flotadores. Estos flotadores recorren los mares y océanos arrastrados por las corrientes, son capaces de sumergirse a 2000 metros y volver a la superficie cada diez días para transmitir vía satélite la información que han almacenado.
➢ Las medidas de temperatura y de pluviosidad que llevan países y regiones.
➢ La fuerza de las ondas radiales que pasan por la ionosfera, una parte de la atmósfera fundamental para las comunicaciones, indica cambios en la temperatura.
➢ Los globos meteorológicos (radiosondas), que se usan desde 1958.
➢ Los satélites que desde 1979 miden la temperatura de la tierra usando lo que se conoce como Unidad de Resonancia de Microondas (MSU, por sus siglas en inglés).
La ciencia ha avanzado muchísimo, y es muy diciente que la inmensa mayoría de científicos de esta tierra esté de acuerdo en que el cambio climático es real y que representa una amenaza a la vida misma.
En relación con el aumento del nivel de los mares, la Organización Climate Central tiene un mapa interactivo que muestra cómo muchas tierras del planeta quedarían sumergidas por cada centímetro de aumento, hasta los 10 metros. En términos de cómo esto podría afectar a Centroamérica, en ese mapa se puede observar como con 1.0 metro de aumento del nivel promedio del mar sobre la línea de la marea alta afectaría sus costas en el Océano Pacífico y en el Mar Caribe. He aquí solo algunos ejemplos:
➢ Guatemala, varios lugares a lo largo de su litoral pacífico, por ejemplo, Sipacate, El Paredón, Chulamar, Puerto de San José, y en el Caribe sitios como Punta Manabique, San Francisco del Mar, Machacal, pero también varios puntos en el Lago de Izabal.
➢ Belice, sitios como Pine’s Creek National Park, Placencia, Seine Bight, Freetown Area, Water’s Bank, Ferguson Bank y Belize City.
➢ Honduras, en su litoral Caribe, lugares como Puerto Cortés, las Islas de la Bahía, Puerto Castilla, Jericó, Irionia, y en el Golfo de Fonseca prácticamente todo el litoral en mayor o menor medida.
➢ Nicaragua, en el Pacífico, la Reserva Natural del Estero Real, Mata de Cacao, la Reserva Natural Padre Ramos, Jiquilillo, Salamina, y en el Caribe buena parte de todo su litoral, por ejemplo, sitios como la Reserva Biológica Cayos Miskitos, Ariswatla, la Reserva Biológica Indio Maíz, las Islas del Maíz.
➢ Costa Rica, en el Pacífico, varios puntos del Golfo de Nicoya, Punta Arenas, Parrita, Playa Zancudo, y en el Caribe, el Parque Nacional el Tortuguero, Estero Negro, Punta Cahuita, Puerto Vargas, Puerto Limón.
➢ Panamá, en el Pacífico, sitos como las islas San Pedro, Mono, la Boquita, Toro, los Humedales de Monjito, el Distrito de Agua Dulce, y en el Caribe lugares como Puerto Cartí, Nombre de Dios, Playa Langosta, el Distrito Changuinola.
➢ El Salvador, el Golfo de Fonseca, la Bahía de Jiquilisco, el Estero de Jaltepeque y zonas costeras en los departamentos de La Paz y La Libertad.
Para ilustrar más claramente la situación en Centroamérica, el Golfo de Fonseca con un aumento de 1 y 5 metros de agua. En el resto de Centroamérica la realidad es la misma, peor en algunos casos.
En relación con el agua dulce, fuente primordial de la vida misma, el problema también es enorme. De acuerdo con la National Geographic, se calcula que para 2025, es decir, en apenas tres años, cerca de 1,800 millones de personas tendrán “escasez absoluta” de agua y que dos tercios de la población mundial no contará con suficientes recursos hídricos.
Ex Embajador de El Salvador en Francia y Colombia, ex Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argelia, Colombia, Tayikistán y Francia, y ex Representante adjunto en Turquía, Yibuti, Egipto y México.