Por El futuro ambiental de El Salvador realmente es inseguro. Las últimas posturas o propuestas referentes al tema de la minería y de revertir su prohibición en nuestro territorio por medio de la modificación que le puedan dar diputados en la Asamblea Legislativa definitivamente que nunca vendrían a ser la solución para los problemas económicos y de crecimiento del país.
Está más que comprobado que la forma de poder salir adelante como nación es incentivar, reactivar otras industrias, la agroindustria y producir más para generar mayor riqueza; sin embargo, nunca va a ser una buena alternativa perjudicar el medio ambiente en aras de explotar lo que en el subsuelo se encuentre o no se encuentre. Definitivamente que esto es un tema al cual se le tiene que dedicar mayor atención en otro artículo más detalladamente.
Este año el tema de la descarbonización y la reducción de gases de efecto invernadero ha permanecido estático y una de las razones es por el desconocimiento, la apatía, la falta de estímulos para que las industrias y el agro hagan algo referente al tema de las energías renovables como la solar quizás ha tenido mayor relevancia e interés. Pero como siempre el tema de financiamiento es cómo buscar una aguja en un pajar o las entidades financieras que lo pueden ofrecer le ponen poco interés.
El tema de los créditos de carbono también ha sido poco abordado y siguen incluso muchos empresarios desconociendo el tema.
El medio ambiente se encuentra como tema secundario en la agenda país. Algunos datos según el sitio del PNUD, informe del año 2023 sobre El Salvador: hay un 0.0 3% proporcionales de emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) está en el puesto #94 en clasificación del índice de vulnerabilidad climática y en el puesto # 125 en clasificación de índice de desarrollo humano.
En cuanto a las NDC (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional) de lo que mencionábamos anteriormente y a los compromisos que El Salvador se suscribe comprende: en reducir gases de efecto invernadero (GEI) en sectores de la energía y la agricultura y otros usos de la Tierra.
En el sector energético: reducir emisiones de 640 kTon de CO2e anuales procedente de las actividades de quema de combustible fósiles para el año 2030. Aumentar los sumideros de carbono y obtener financiamiento ya sea internacional o por parte del sector privado. Incluso se puede mencionar las compensaciones del mismo sector privado. El Estado se compromete a reformar la normativa institucional para afrontar la capacidad de respuesta y preparación ante el cambio climático eso conlleva a una mejora y a una estructura dentro del Estado a optimizar sus actividades de logística que siempre deja una gran huella de carbono generando gases de efecto invernadero y propicia alejarse de la descarbonización.
Resaltando más enfáticamente el tema del subsidio al sector transporte, que es necesario para evitar el incremento de la tarifa y que esto afecte a las grandes mayorías, estos subsidios sin duda se contradicen con los compromisos que el país ha adquirido en materia ambiental (incluso las NDC) partiendo de que el subsidio mensual los transportistas es de $500 por bus y 250 por microbús además el subsidio parte de lo que es la Ley transitoria para la Estabilización de las Tarifas del Servicio del Transporte Público Colectivo y Masivo que se prorrogó en la Asamblea Legislativa hasta el 30 de abril del 2024. El subsidio financia $ 0.10 centavos que se cobran a los conductores por cada galón de combustible. Para el año 2025 el Ministerio de Hacienda de El Salvador ha programado gastar $220 millones en subsidio de energía gas y Transporte $41.6 millones serán para el subsidio de los transportistas. Es evidente la dependencia de nuestra economía de los combustibles fósiles, y se aprecian pocas alternativas que puedan solucionar y encaminar a nuestra sociedad a una verdadera descarbonización.
Soluciones para minimizar el impacto de los combustibles fósiles en el transporte público de El Salvador:
1.La electrificación del transporte público. Invertir, incentivar y financiar el transporte público masivo con una estructura bien diseñada de vehículos eléctricos, para que el transporte circule en los municipios o distritos que conforman el área metropolitana de San Salvador ya sea de este a oeste y de norte a sur, generando menos emisiones.
2.La reactivación del ferrocarril (como solución alterna) Aprovechando que aún existe la línea ferroviaria en algunos lugares que puede servir y puede ser útil para la población ya que los niveles de violencia, de delincuencia han disminuido harían más seguro el transporte ferroviario.
3.El uso de biocombustibles. Como el biodiesel, pudiendo provenir de los mismos desechos orgánicos generado en los mercados y hogares, incluso a partir del biogás poder obtener biometano que también sirva para vehículos y sobre todo para autobuses, para la movilización de grandes masas de población, eso sería una alternativa sostenible viable y futurista para el transporte público. El gremio del transporte debe evolucionar y mostrar una imagen más sostenible.
Experto en temas ambientales