La caricatura en EDH de “Alecus” de este miércoles, “Basura en Vacaciones”, nos mostró en la mitad superior la emoción, alegría y deseo de pasarlo bien de la típica familia salvadoreña. El padre cuarentón, regordete, alegre, la madre delgada y joven, dos niños con un flotador y una tabla de surf y la playa y el mar que los reciben más o menos limpio, para disfrutar un día feliz.
En la mitad inferior, la tristeza de cuando la familia se va y deja basura, botellas y depósitos de plástico en la playa y en el mar.
Si imaginamos lo que quedó en las playas estas vacaciones, entenderemos que en los próximos días el mar nos devolverá cientos de toneladas de basura y plásticos.
¿Y hasta cuando aguantaremos esta situación? ¿Cómo podemos regularla y revertirla?
Puede ser, reorientando nuestra forma de pensar, sabiendo que actuamos tal como pensamos y que podemos cambiar nuestros hábitos, cambiando nuestra forma de pensar.
Básicamente en los siguientes conceptos: Primero, considerar el medioambiente como parte imprescindible de nuestra vida. Segundo, asumirlo y sentirlo como parte de cada uno y entender que entre todos debemos protegerlo. Tercero, que partiendo de nuestra realidad, dónde y cómo estamos, aceptar la responsabilidad de cuidarlo, para disfrutarlo el tiempo que nos queda y que las nuevas generaciones reciban un medio ambiente digno.
Una alternativa ya experimentada más de 30 años para las playas es la “Conceptualización y la implantación del sistema de gestión de la calidad de las playas con bandera azul”.
La Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), es la promotora de la iniciativa de establecer los requisitos para que las playas sean lugares sanos, seguros y que prosperen los negocios de las playas.
En el siguiente link están explicados los requisitos para la calificación de las “Playas con bandera azul”: https://www.banderaazul.org/sites/default/files/lanzamientoBA2024/Guia%20playas%202024%20def.pdf
Sería interesante que lo conocieran, desde el ministerio de medioambiente, los alcaldes y concejales de los municipios que tienen playas y todos los negocios micro, medianos y grandes del sector turístico y que crearan grupos de trabajo para implantar este sistema y mejorar la calidad de las playas, del agua del mar y los servicios a la disposición de los ciudadanos y los turistas, así como, el mantenimiento y mejora continua, para promover el desarrollo conductual, económico y la prosperidad del entorno.
El distintivo “bandera azul”, que reconoce cada año las mejores playas, ondeará este verano en 638 playas españolas, y a nivel mundial, están presentes en 52 países. España es quien tiene el mayor número de distintivos, seguido de Grecia y Turquía.
Los criterios para las playas con bandera azul son, entre otros: Constituir un Comité de Gestión de la Playa, responsable de la puesta en marcha y seguimiento de los métodos y actividades de gestión ambiental de la playa. Establecer y controlar el código conductual en la playa, las normas de utilización y las inspecciones ambientales y sanitarias de los negocios de la playa.
Las alcaldías, ofrecer al público actividades de información y educación ambiental. Controlar los vertidos de aguas residuales y cumplir los requisitos para el tratamiento de las aguas residuales urbanas y disponer de un plan de desarrollo territorial. Las playas deben estar limpias, haber puntos de agua potable, duchas, contenedores para la recogida selectiva de residuos, existir servicios sanitarios adecuados y limpios, y la playa debe estar vigilada.
Como ven, todo lo necesario está inventado, y creo, que el 70% de los requerimientos, de algunas playas que conozco, adecuándolas lo cumplirían y serían los primeros buenos ejemplo y referencias del país.
Sí, señores… Es más cuestión de trabajo coordinado entre gobierno, alcaldías, micro, pequeñas y medianas empresas, que grandes inversiones. Pues eso. ¡manos a la obra!
Pedro Roque / pedroroque.net
Todo es más fácil y más sencillo con sentido común.