Uno de los cuerpos de agua dulce más grandes de Centroamérica es el Lago Xolotlan o de Managua. Este lago mide aproximadamente 1049 kilómetros cuadrados y su máxima profundidad es de 20 metros; comparte varios municipios en Nicaragua, su belleza natural hace invaluable el paisaje nicaragüense; los atardeceres se pintan con celajes y la vigilancia perpetua del Volcán Momotombo que forma parte de ese circuito natural.
XOLOTL, en la cultura nahua, es la deidad en forma de perro que acompaña a las almas a cruzar el río del inframundo; también se dice que ayuda al sol a pasar por el inframundo hasta que emerge en el Este.
XOLOTL - tlan (El lugar de XOLOTL). Este Lago vio emerger la primera urbe novo-hispana o León Viejo, hace casi 500 años, fundada por Francisco Hernández de Córdoba en 1524.
Pero desde León Viejo hasta Granada estuvo poblada desde la prehistoria. La muestra arqueología más impresionante son las Huellas de Acahualinca; son huellas humanas y de animales que pasaron por el fango volcánico y quedaron grabadas cuya antigüedad es de más de 2000 mil años, posiblemente movilizaciones de grupos humanos huyendo de las erupciones y catástrofes de origen volcánico.
El Lago de Managua o Xolotlan y las tierras bajas donde se ubica vieron las migraciones del antiguo hombre americano cruzando el puente natural centroamericano, de América del Norte rumbo al Sur, donde iban a surgir otras grandes civilizaciones como la de los incas. En la actualidad, todo lo contrario, los migrantes que buscan el Norte y pasan por Nicaragua.
En Nicaragua se asentaron muchos grupos indígenas que también salieron huyendo del centro de México, por el sometimiento de otros grupos con estructuras más complejas y poderío militar como los olmecas (800 D.C). Entre esos grupos están: los nahoas (nahuas), nicoyas, nagrandanos o chorotegas entre otros.
Durante el S. XIX, entre las disputas político-territoriales entre los liberales de León y los conservadores de Granada en 1852 decidieron designar un punto geográfico neutro y nace la Capital de Managua a las Orillas del Lago Xolotlan.
Según diversos relatos históricos, fue a principios del Siglo XX cuando se comienza a contaminar el lago Xolotlan y a verter las aguas negras crudas de la ciudad y de la actividad industrial al lago, por la limitada visión de los gobernantes de turno.
Desde esa fecha a la actualidad es considerado uno de los lagos más contaminados de Latinoamérica; de hecho, también en sus orillas se sitúa el basurero La Chureca, que es un monumento al abandono y la marginación de las clases bajas, incluso por los regímenes de izquierda como el actual FSLN gobernante.
Es imposible nadar en sus aguas, por el fétido olor y contaminación, cercano al malecón o como la dictadura denominó Puerto Salvador Allende. El efecto aspersor con la fuerte brisa del lago en horas vespertinas puede contaminar alimentos, cerca está el majestuoso teatro Rubén Darío, saliendo de las funciones artísticas se puede sentir el olor a aguas negras en la zona.
En vísperas de Navidad de 1972 un potente terremoto sacudió Managua, sepultando a la ciudad en su totalidad (como la detonación de una bomba atómica). El epicentro fue en el Lago Xolotlán a solo 5 Km. de profundidad. Aún quedó en pie la Catedral vieja, el Palacio Nacional y otros edificios gubernamentales. También fue el sitio donde se encuentra la plaza Juan Pablo II, en donde los sacrílegos sandinistas insultaban y vociferaban en la misa campal de la primer visita a Centroamérica de San Juan Pablo II durante la “Noche Oscura” del 4 marzo de 1983.
Nicaragua pudiera ser la cisterna de la región; sin embargo, con la terrible contaminación del Lago Xolotlán es imposible , El gran Lago podría aplicar, pero el Lago Xolotlan está prácticamente envenenado y muerto, con todo tipo de bacterias y gérmenes acumulados, químicos, pesticidas, desechos, un desastre ecológico permanente.
Ha habido negligencia como en nuestro país con el Lago de Coatepeque, que en vez de ser una esperanzadora reserva natural de agua y biodiversidad para tiempos difíciles, terminó siendo un inodoro colosal, ante la incredulidad de que algún día moriría por contaminación. Ahora las autoridades lloran sobre la leche derramada, detienen construcciones, monitorean, está bien, pero demasiado tarde, la reacción tardada no salvará a lago de la contaminación, y su regeneración será tardada y costosa. Compensar el daño ambiental al lago sería una excelente opción.
En X @Chmendia