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En peligro de extinción

“La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva”

Por Carlos Francisco Imendia

El Jaguar (Panthera Orca) desapareció de los bosques salvadoreños en la década del 70. Quizás fue el último ejemplar visto por los cazadores, uno de los grandes felinos de Mesoamérica impregnado con poderes y destrezas sobrenaturales por los mayas y nahuas, estos últimos lo llamaban Tekwani.


No así han desaparecido de otros países centroamericanos como la selva del Petén (Guatemala), cercanos a Tikal, donde se han visto enormes ejemplares merodeando el sitio arqueológico. También Honduras concentra poblaciones de jaguares en la Mosquitia, la Biosfera del Rio Plátano. En Nicaragua, la mayoría de la población de grandes felinos se concentra en la Reserva Indio Maíz y la Biosfera de Bosawás. Estando en Nicaragua pude ver la majestuosidad de estos jaguares, criados en cautiverio en un zoológico privado a las afueras de Managua en carretera hacia Masaya, por cierto sanos y en muy buenas condiciones.

También pude ver a la famosa Danta o Tapir (Tapirus Bairdíi) que los cronistas españoles del siglo XVI llamaban: caballos lacustres o Anteburros. También el tapir es una especie desaparecida o extinta de nuestros bosques nebulosos y selvas húmedas.


Una majestuosa ave, muy apreciada por la civilización maya, la Guacamaya Roja, Guara o Lapa, (Ara Macao) que le da pinceladas de belleza al bosque tropical también se extinguió de nuestro territorio hace algunas décadas. En los demás países de Centroamérica todavía existen poblaciones de estas aves y en Honduras se ha podido recuperar y reproducir en reservas naturales cercanas a Copán, un esfuerzo enorme y es de reconocer y aplaudir a los hondureños por eso.
El sitio web Ecología Verde (www.ecologiaverde.com) Nos revela un listado de especies en peligro de extinción en El Salvador entre ellas: El Águila elegante (Spizaetus ornatus), el caracol Cambute (Lobatus galeatus), el majestuoso Quetzal (Pharomachrus mocinno) observado en bosques nebulosos como Montecristo (Fronterizo con Guatemala), la Tortuga Laud (Dermochelys coriácea) , El pez sierra (Pristis pectinada), tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) , Gavilan Común (Accipiter nisus), Pato real (Anas platyrhynchos) , Gavilan pecho blanco (Accipiter chionogaster), Colibri Colirayado (Eupherusa eximia), Lora nuca Amarilla (Amazona auropalliata), Puma o león de montaña (Puma concolor), Tigrillo (Leopardus tigrinus), Tortuga Negra (Chelonia agassizii), sapito chiquito (Incilius coccifer), Caiman cuvier (Paleosuchus palpebrosus), rey zope (Sarcoramphus papa), Iguana espalda amarilla (Ctenosaura flavidorsalis), chipe cachetidorado (Setophaga chrysoparia), Salmandra de Montecristo (Bolitoglossa heiroreias).


El listado no lo incluye pero es casi seguro que el único primate de nuestro territorio esté amenazado a la extinción, hablamos del mono araña (Ateles geoffroyi).

A diferencia de nuestros vecinos centroamericano con gran extensión de territorio, en nuestro país con el pasar de décadas hemos ido arrinconando a las especies por el avance de la agricultura y la mancha gris (el avance de la urbanización) y el consumo de reservas naturales, tal como lo vemos en la zona sur de nuestro departamento, actualmente en Nuevo Cuscatlán. Quizás en los próximos años usted no se dé cuenta que el mono araña se extinguió o que la lora nuca amarilla también se extinguió, quizás no le importe, pero será una situación irreversible cuyo impacto se hará notar y sobrevendrá la impotencia de no haber defendido ni exigido a las autoridades mayor beligerancia al respecto.


Y como suele suceder en la agenda mediática, que ciertos eventos, de importancia popular relegan a otros menos importantes (pero que son indispensables) de la palestra, (Cortinazos, dirían unos) la Copa Mundial opacó el desarrollo de la COP15 que se lleva a cabo en Montreal Canadá, La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, un tema que tenemos que defender como país, y como siempre hay posturas tibias sobre todo de las autoridades ( por sus actos y discursos).


Dicha conferencia subrayó en un color intenso que es: “la última oportunidad” de salvar las especies y los ecosistemas, y las voces resuenan hasta la Amazonia y la Patagonia.


Un millón de especies están en peligro de extinción, incluyendo el listado salvadoreño antes mencionado. El secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, lanzó una frase lapidaria repetida en varios idiomas sobre la situación: “La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva”, y toma más fuerza hoy más que nunca, que somos 8,000 mil millones de habitantes en el globo terráqueo. Proteger y preservar la biodiversidad es detener nuestra autodestrucción.

Ambientalista y especialista en carbono neutralidad.

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Medio Ambiente Opinión

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