Conviene aclarar que Hospital Geriátrico no es sinónimo de Asilo, tampoco de Hospital para Crónicos, Hospital para Enfermos Terminales, mucho menos Hospital de Deposito para enfermos problemáticos rechazados de otros nosocomios.
En realidad, el adulto mayor es susceptible de padecer enfermedades como las que afectan a cualquier adulto o adulto joven; sin embargo, lo corriente es que adolezcan de enfermedades degenerativas de cualquier aparato o sistema con evolución subaguda o crónica con agudizaciones y periodos de remisión.
Lo anterior hace que el senescente consulte al médico con más frecuencia y necesite de más soporte dada la mengua creciente del funcionamiento de sus órganos, la aparición de síndromes propios de su edad y la agudización de problemas pre existentes. Además la edad avanzada y los achaques, a lo que se suman otros factores, tienen mucho que ver con sus condiciones mentales y emocionales que se agravan con la pobreza, el aislamiento, marginación, abandono de los hijos y parientes y las dificultades cotidianas para una adecuada alimentación, higiene, etc.
En el medio salvadoreño los adultos mayores gravitan sobre los centros de atención primarios (Clínicas diversas, policlínicos, unidades, etc.) por afecciones de riesgo de bajo a moderado, pero cuando los problemas son de alto riesgo son referidos a los centros hospitalarios departamentales o regionales mezclados con los demás pacientes al no existir un Hospital de Geriatría de máxima complejidad. En los nosocomios departamentales y regionales como es de esperar “Se hace lo que se puede y no mas” ya que tradicionalmente tampoco existen recursos especializados en esta área.
En la actualidad se estima que de 3 a 4 de cada 10 consultantes son personas que pasan de los 60 años de edad y que en la red de establecimientos públicos aproximadamente el 30% de las camas hospitalarias son ocupadas por esta clase de pacientes. Cabe destacar que entre estos últimos no es raro que algunos sean abandonados por sus familiares, a otros por diversos motivos no se les puede dar el alta, otros esperan por semanas por un procedimiento o una intervención quirúrgica y no faltan los que carecen de hogar y parientes que los asistan.
En general las complicaciones del envejeciente van mucho más allá de las enfermedades y naturalmente la existencia de un hospital por más moderno que sea no va a resolver sus dificultades porque se concreta únicamente a la medicina curativa. De ahí que el enfoque actual apunta hacia un manejo más integral, es decir realizar acciones dirigidas a buscar y alcanzar algún nivel de bienestar hasta donde las posibilidades lo permitan. En esta línea de pensamiento desafortunadamente las prestaciones que recibe el senescente salvadoreño son muy limitadas e insuficientes lo que es más ostensible en el sector bajo responsabilidad de MINSAL. Aunque destacan el ISSS por algunos servicios en favor del adulto mayor y algunas iglesias y organizaciones privadas que hacen mucho y llaman la atención poco.
Obviamente el país necesita de un Hospital de Geriatría de nivel terciario para satisfacer la medicina curativa de alto riesgo, que se complemente con programas y subprogramas que tengan por objetivos educar sobre la tercera edad, la prevención de los problemas de salud de la edad avanzada, orientar a la familia, incentivar al envejeciente a participar de su entorno, alejarse del sedentarismo, etc.etc. Y auxiliarse de las modalidades del “Hospital de Día” que funciona de 7:00 a.m. a 7:00 p.m. manejado por enfermeras y médicos especializados, el “Internamiento Domiciliar Supervisado” toda vez que cumpla con ciertos requisitos y que por cierto le beneficia en gran medida porque recibe la calidez de su propio hogar y “Casas o albergues de Día” que también funcionan de 7:00 a.m. a 7:00 p.m. donde las personas de la tercera edad pueden interactuar, conversar, leer, escuchar música, realizar actividades diversas, etc.
En materia de Centros Geriátricos de tercer nivel, la experiencia de países desarrollados recomienda conceder mas importancia al manejo ambulatorio (Cirugía, Hemodiálisis, Quimioterapia, atención del Pie Diabético, etc.) que a la hospitalización. Por ello concentran en el primero recursos especializados y servicios de apoyo al diagnóstico y tratamiento de última generación. En efecto un manejo ambulatorio dinámico y eficaz es capaz de reducir la hospitalización en mas del 40% de los casos. En nuestro medio todavía se considera factor de importancia el número de camas hospitalarias y la suntuosidad de la infraestructura por sobre la adecuada funcionalidad y eficiencia en la generación de productos intermedios y finales. Si el nuevo nosocomio especializado que se propone nace aislado sin reglamentarse su interacción con los demás establecimientos de la red pública, sin actualizar el sistema nacional de referencia y sobre todo sin la complementaridad de programas específicos de Salud Pública y Medicina Preventiva, es casi seguro que a la vuelta de corto tiempo se congestionará con kilométricas listas de espera para pasar consulta no se diga procedimientos de diagnóstico, operaciones quirúrgicas, ingresos, etc.
Médico.