Por Estamos a días de terminar el Mes del Médico. Hubo muchas celebraciones, pero así como el estudiante de medicina vive por y para la medicina, así los médicos que ya tenemos años de ejercer la profesión debemos dar nuestro mejor esfuerzo y transmitir nuestros conocimientos sin una pizca de recelo en aulas de universidades, servicios de hospitales, unidades médicas y todo espacio en el que se aprecie la academia.
La docencia para las futuras generaciones es una prioridad. Tenemos que ayudar a que cada futuro médico forme las generaciones más integrales y no generaciones de cristal, como suele despectivamente llamárseles. Los tiempos han cambiado drásticamente y tenemos a las nuevas generaciones de médicos que antes que pierdan el rumbo que los absorba la Inteligencia Artificial, sean orientadas para que entiendan que en un santiamén todo cambia y deben estar preparadas más que nunca ser ambiciosas del conocimiento de buscarlo y encontrarlo para ponerlo en práctica.
Deben entender que no todo médico que se gradúa realizará su residencia, pero también entender que la medicina se puede ejercer en muchos ámbitos y no solo en lo curativo. No es una minoría, los mejores preparados, que logren entrar al mercado laboral; tienen que ser los más integrales. Sin embargo, parece que no hemos entendido que ser médico no solo es caminar por los pasillos del hospital sino que un médico en estos tiempos debe saber aparte de medicina, algo de derecho, contabilidad, conocer la importancia del mercadeo, idiomas y cómo hacer su nombre una marca y conocer y de ser posible manejar sus propias redes sociales. La integralidad es básica para tomar decisiones drásticas en el manejo de la salud y visualizar cuáles serán las necesidades de la población.
Y no olvidemos cómo la pandemia del #COVID_19, nos cambió la vida. En El Salvador mueren aproximadamente un promedio de veintiún pacientes diarios de cáncer, la hipertensión arterial; la diabetes y la insuficiencia renal cada vez más debutan en personas más jóvenes; la salud mental lucha por ser parte de la agenda nacional y prioridad en atención en salud pública, ¿y qué de decir las lesiones por causa externa como son los accidentes de tránsito? ¿Cómo será en diez años la vida del área rural que no tienen más opción en este momento que vivir sus últimos días sufriendo dolores inenarrables? Ante la pobreza que muchos viven, el paciente y su familia ya no decide viajar a un hospital, decide quedarse en casa y morir en su sencilla morada.
Los médicos deberán ser más tecnológicos y estar familiarizados con la Inteligencia Artificial, pero ser garantes que no nos venga a suplantar. Además, se requerirán conocimientos en áreas como genética, informática y bioética. En resumen, el médico del futuro será un profesional altamente especializado, tecnológico y centrado en el paciente.
Pareciera que estamos a días de ver una reingeniería en el sistema de salud, que sea justo, equitativo, coherente y solidario para eliminar de una vez los eternos problemas que el sistema de salud arrastra, debemos ver y conocer de colegas que mueren en caridad en hospitales públicos, y eso es porque los colegas intentan darle la más digna de las atenciones a quienes dieron la vida por salvar vidas. Estamos avanzando a pasos agigantados, la tecnología nos avasalla y debe el médico recordar que por más tecnología que nos venga, debe ser el trato cálido, respetuoso, tolerante ante una población cada vez más demandante la que esta predominando, seguir siendo tan humanos, mejor dicho, ser más humanos que lo que somos ahora.
Médico.