En El Salvador la ÚNICA ENTIDAD LEGAL que certifica al médico es el CONSEJO SUPERIOR DE SALUD (CSSP) a través de la JUNTA DE VIGILANCIA DE LA PROFESIÓN MEDICA (JVPM).
En el país no existe una “colegiatura obligatoria” como tal, solo existe la inscripción de la Junta de Vigilancia de la Profesión Médica, y creo que ella no funciona con la disciplina que debería; para ejemplo, cuando yo vivía en el extranjero, a veces pasaba 3-4 años sin pagar la anualidad “obligatoria” de la JVPM, pero nunca nadie me llamó la atención, a pesar de que yo continuaba ejerciendo la medicina en el país ocasionalmente.
En mi opinión, todos los médicos en El Salvador deberíamos de estar legalmente certificados para practicar la medicina, por una entidad legal, y no por asociaciones privadas. Digo, para practicar la medicina, pues eso me certifica como médico; para certificarme como ESPECIALISTA, para eso están las asociaciones de las diferentes especialidades que son las indicadas en hacerlo.
Viví y practiqué mi medicina, durante 35 años en los Estados Unidos, de 1981 al 2015. Me permitiré contarles cómo funciona “la certificación” en ese país, ya que pienso que es un ejemplo a seguir en El Salvador.
Para practicar la profesión es necesario obtener una LICENCIA otorgada por el Estado (en mi caso, en el Estado de Florida): debía presentar mi Diploma de Médico y someterme, y pasar con nota de 75/100, a un examen escrito (en el caso de la Florida, ese examen se llama el FLEX, que no es exclusivamente para la Florida, sino para otros Estados también). La vigencia de la licencia era por 2 años y cada 2 años había que renovarla; para la renovación había una exigencia de presentar documentación de tener 25 horas de educación médica continuada (seminarios, talleres, congresos, etc.)
Durante toda mi estadía en los Estados Unidos tuve que renovar mi licencia cada 2 años – si no la renovaba para la fecha estipulada, rapidito llegaban los de las oficinas estatales encargadas a ver qué pasaba; si la renovaba tarde, había una multa; si no la renovaba, me la cancelaban y no podía continuar ejerciendo la medicina, así de fácil. La renovación cada 2 años costaba $250.
Ahora, para practicar una especialidad, eran –en buen salvadoreño– “otros cinco pesos”.
El especialista debía haber pasado varios años de entrenamiento, y al finalizarlo, eran las diferentes asociaciones de especialidades que lo certificaban COMO ESPECIALISTA EN ESA RAMA. Estas asociaciones te re-certificaban cada año, mediante el pago de una cuota anual, pero te exigían demostrar haber obtenido, en mi caso, 50 horas de educación médica continuada – si no las tenía, no me “re-certificaban”.
A mí la certificación de médico me la daba el Estado de la Florida a través de la Licencia, y la certificación como Cirujano Colorrectal me la otorgaba la asociación de cirujanos Colorrectales llamada American Association of Colorrectal Surgeons, al hacerme miembro de esa asociación –pero, en mi práctica médica de 35 años en los Estados Unidos ninguna entidad “oficial” me certificó como especialista, como Cirujano Colorrectal, solamente como médico.
El Colegio Médico de El Salvador es una asociación privada con unos 80 años de existencia y a las diferentes asociaciones de especialidades médicas las tiene como filiales (RAE: filial= dicho de una entidad, que depende de otra principal). En sus estatutos, para hacerse miembro de una asociación de especialidad médica es requisito ser socio del Colegio Médico, lo que hace que todos los miembros de las asociaciones de especialidades, son -o deberían– ser socios del Colegio Médico. Por lo menos, así me sucedió al hacerme miembro de la Asociación Salvadoreña de Cirujanos Colorrectales (fui socio del CM desde mi graduación pero renuncié hace unos años, durante la “marcha blanca”, por no sentirme representado por las autoridades de entonces, pero me reincorporé por el requisito).
He leído las noticias de que se desea formar una “entidad oficial privada”, adscrita al Ministerio de Salud, “para certificar al médico en sus diferentes especialidades”. Pero también quieren incluir es esta nueva entidad, a todos los “trabajadores de la salud –incluyendo enfermeras, laboratoristas, veterinarios, etc.”
De nuevo, en buen salvadoreño esto me parece un CHIRMOL.
¿Por qué mezclar todo en un solo ente? Si es de TODOS LOS TRABAJADORES DE LA SALUD, tendrán que incluir al chofer de las ambulancias, a los ordenanzas de los hospitales, a las secretarias y asistentes de las clínicas médicas, etc. – por lógica, ¡esto no puede ser así!
No dudo de las buenas intenciones de los promotores de esta nueva entidad, pero para los médicos, ya tenemos el CONSEJO SUPERIOR DE SALUD Y LA JVPM.
Si se desea “certificar OFICIALMENTE” a un especialista, pues ahí está la herramienta – el CSSP. Solamente es de implementar las nuevas necesidades.
Pienso que el ejemplo que he plantado aquí, de cómo es en los Estados Unidos, sería un modelo fácil de seguir, sin andarnos complicando mucho, NI DIVIDIÉNDONOS; el CSSP podría fácilmente aglutinar A TODO, repito, A TODO, el gremio médico bajo una sola sombrilla.
Pensemos, y actuemos, en beneficio del gremio médico; de hacerlo así estaremos pensando y actuando en beneficio de nuestra Patria El Salvador, a quien nos debemos. PENSANDO, Y ACTUANDO, DE AMBAS FORMAS, ESTAREMOS HACIÉNDOLO POR LOS PACIENTES – ¡QUE ES LO PRIMORDIAL!
Médico – Cirujano Colorrectal – JVPM 954