Cuando las realidades son amargas, y sin esperanzas de mejorar, una buena medida es dar a los pueblos grandes dosis de fantasías, con las que pueden soñar, aunque sepan que jamás serán realidad, hasta que los que mandan tejan otra suerte de sueños que los lleve a imaginar que gracias a una lámpara de Aladino, están viviendo en un cuento de las Mil y Una Noches. Y esto es lo que ocurrió en la última cadena nacional, en que los maravillados ojos de cientos de salvadoreños, muchos viviendo en champas y mesones, pudieron contemplar la Casa Presidencial, un banquete digno de Versalles para agasajar a connotados empresarios latinoamericanos.
Relucían las mesas con enormes candelabros dorados, alternando con bellísimos arreglos de rosas blancas, delicada mantelería y reluciente cubertería y vajilla para servir exquisitos manjares para los elegantes huéspedes y sus distinguidas esposas, que lucían bellas creaciones y relucientes joyas. Ante tal deslumbramiento, al pueblo le salió sobrando que el mandatario se enorgulleciera de haber logrado el país más seguro del mundo, donde reinaba la paz y la libertad, lo que atraía inversión extranjera.
Pero los salvadoreños ya nos estamos acostumbrando a esas continuas raciones de fantasía, como la aparición en los supermercados de productos, con el sello cian, Lácteos de El Salvador, que pareciera un esfuerzo del gobierno de crear una industria para ayudar a la muy deprimida asociación de ganaderos y lecheros, creando nuevas fuentes de trabajo. Pero la realidad nos cuenta que el único logro del bukelato es el logo, ya que todos los productos se maquilan en las diferentes empresas productoras de lácteos. Total, nada de nuevos empleos ni bajos precios para favorecer a los más necesitados.
Pero también hay noticias de mayor envergadura, dirigido a cabezas pensantes, como la llegada de agencia de energía atómica en mayo, para determinar los parámetros que hay que cumplir para que un sitio pueda tener un reactor comercial de energía nuclear. Como pertenezco al enorme grupo de salvadoreños que no entiende nada de lo anterior, ni para qué sirve ese reactor, me llamó la atención el comentario del Director de Energía y Presidente de la CEL que afirmó: “Tenemos una buena matriz energética, tenemos más capacidad instalada de la que necesita la demanda” por lo que pregunto ¿por qué hay tantos miles de habitantes en todo el territorio nacional que carecen de energía eléctrica? Porque hay cientos de escuelas sin internet, caseríos donde los habitantes de sus escasos recursos han instalado páneles solares, y otros en que para hacer las tareas escolares, los niños tienen que caminar largos trechos para subirse al árbol donde cae la señal, y los padres se quejan del gasto en recargas necesarios para que sus hijos aprendan.
Sigue la fantasía con los datos del aeropuerto del Pacífico, y los beneficios que traerá para el desarrollo del occidente del país, aunque la realidad indica que el flujo aéreo no compensará los millones invertidos. Y para muchos que sufren la tortura de viajar a los departamentos de occidente, especialmente al Puerto de La Unión, sería una prioridad convertir en cuatro o seis carriles la ingrata carretera de dos carriles, por donde circulan cientos de furgones que necesitarían llegar al puerto en el menor tiempo posible, y sufren muchas veces daños en alimentos perecibles en refrigeración, cuando el pesado tráfico se complica más.
Soñar no cuesta nada, y hacer soñar a los miles de ciudadanos que dan al mandatario el 90% de popularidad, cuesta menos, ya que la fantasía entra por los ojos y ya no llega al cerebro, que está ocupado en contar lo poco que tienen para el próximo tiempo de comida o comprar el resto de los útiles porque los paquetes del MINED llegaron incompletos.
Maestra.